Intel estima que este año se venderán 2 millones de PCs en España
En nuestro país ya hay al menos un ordenador en el 89% de los hogares. De ellos, el 42,5% considera que debería cambiar su equipo, “lo que supondría una venta potencial de 7 millones de unidades”, según Intel.
Hasta 2.042.000 unidades. Esa es la previsión de los ordenadores que se venderán este año en nuestro país (portátiles y de sobremesa) en el mercado minorista, si se materializa la intención de compra de los consumidores que maneja Intel y que se sitúa en el 13, 1 %.
Aunque esto representa un descenso del 4,6 % en 2021 respecto a 2020, esta cifra ha sido valorada como “muy importante” por el director de Consumo para el Suroeste de Europa de la compañía, Jesús Sánchez, ya que supondría superar en más de un punto la intención de compra del 2019, tras un año 2020 marcado por la pandemia del coronavirus.
Un comprador más joven
La pandemia ha hecho también que cambie el perfil del comprador de PCs en España que, ahora, según Intel es más joven, invierte más dinero en la compra del equipo y se aleja de la compra compulsiva, con decisiones más meditadas a la hora e elegir el dispositivo.
“Si somos capaces de dar respuesta a las demandas y necesidades de este colectivo, estos datos que muestran un consumidor cada vez más joven lo que nos muestran es un futuro muy prometedor”, aseguraba Jesús Sánchez.
Una oportunidad de negocio que parte de una fotografía, según Intel, en la que, en nuestro país ya hay al menos un ordenador en el 89% de los hogares. De ellos, el 42,5% considera que debería cambiar su equipo, “lo que supondría una venta potencial de 7 millones de unidades“.
Además, según Intel, el precio medio de venta en España ha aumentado en torno a los 70 euros año tras año. “Hay una intensa demanda para los equipos con las prestaciones más importantes. Los equipos de 799 euros hacia arriba tienen una demanda muy importante”, ha afirmado en ese sentido Sánchez.
Preguntado por el grave problema que está suponiendo el desabastecimiento de componentes, el directivo de Intel ha apuntado cómo Intel está intentando hacer frente a la situación con una clara estrategia para aumentar la capacidad de producción de sus propias fábricas y con servicios a terceros.
“Es nuestra estrategia IDM 2.0 y con ella buscamos no sólo incrementar nuestra capacidad de producción propia, con inversiones como las que hemos anunciado de 20.000 millones de dólares en dos nuevas plantas de fabricación en Arizona, sino que además contempla la producción para terceros, a través de Intel Foundry Services“, ha explicado.