También es cierto, que Intel mantenía unos precios bastante superiores a la competencia, como por ejemplo Toshiba o Samsung. Los descuentos son sustanciales, aunque mucho me temo que no será suficientes como para llegar al gran público, y menos viendo los tiempos que corren.
La versión de 160GB de la gama X25-M, enfocada a portátiles y clientes, ha visto su precio recortando en 180 dólares, pasando de 945 a 765$, mientras que la versión de 80GB ha sufrido un recorte de 205 dólares pasando a costar 390. La gama de servidores, X25-E, también ha visto recortado su precio pasando de 695$ a 415$ la unidad de 32GB, dado que, al menos de momoento la de 64GB sigue con su precio estancado en 795 dólares.
Según un representante de Intel, la producción de SSD ya está al 100% lo que ha conseguido bajar el coste de fabricación, y ese ahorro se traduce en mejores precios para los consumidores. Aunque claro, es un representante de Intel. Actualmente la unidad de 80 GB X25-M se ha vuelto más competitiva frente a las otras opciones del mercado, pero teniendo en cuenta que las otras empresas no han anunciado estado de fabricación al 100%, dicha competitividad durará hasta entonces, cuando la competencia baje sus precios.
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