Aprovechando la capacidad de la BIOS en la placa Gigabyte EX58-UD5 para desactivar núcleos, las pruebas muestran el rendimiento 3D con uno, dos, tres y los cuatro núcleos conectados, manteniendo frecuencia, bus frontal y velocidad de la memoria.
El equipo de testeo cuenta con procesador Core i7 920 a 3,8 GHz, placa Gigabyte con chipset Intel X58, 6 Gbytes de memoria OCZ, tarjeta gráfica ATI Radeon 4870 X2, disco duro Velociraptor y Vista SP1 de 64 bits.
Con resoluciones de 1680 x 1050, 1920 x 1200 y 2560 x 1600 píxeles probaron benchmark como 3DMark Vantage y videojuegos como Crysis Warhead, FarCry 2 o World in Conflict.
Lamentablemente (y como era de esperar), en los resultados ejecutando videojuegos la tarjeta gráfica es el único componente que marca la diferencia, confirmando que no hay mejora alguna utilizando uno o cuatro núcleos del Core i7, lo que a su vez muestra la necesidad de programación específica para aprovechar la capacidad del microprocesador:
Distinto es el caso del 3Dmark Vantage, aunque indudablemente debería mejorar con aplicaciones optimizadas. Con cuatro núcleos activados el rendimiento aumenta en un 50% sobre el resultado al tener uno sólo activado:
Como nota curiosa, indicar que el consumo de energía del equipo no varió al desactivar los núcleos de procesamiento.
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