Intel ha abierto su primera plata de producción de chips en China, que es también la primera que el gigante de los procesadores posee en Asia.
Según ha explicado el CEO de la compañía, “esta planta de producción ayuda a cumplir nuestra visión de contribuir al crecimiento sostenible en China, mientras que nos da una mayor proximidad para servir a nuestros clientes en Asia”.
El proyecto de construcción de esta planta se anunció en 2007, con una inversión cercana a los 2.500 millones de dólares. Se estima que la nueva fábrica dará trabajo a unas 1.500 personas.
El objetivo de la compañía es estrechar sus lazos comerciales con China, un país en el que lleva 25 años invirtiendo, según explica Otellini en un comunicado.
La fábrica, bautizada como Fab 68, estará situada en Dalian, una localidad al noroeste del gigante país, y se centrará en la producción de chipsets para portátiles, PC de alto rendimiento y servidores basados en procesadores Intel Xeon.
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