La relación de los jóvenes con las redes sociales no siempre destaca por su seguridad. Hay usuarios que engañan sobre su edad y otros que publican contenido de manera pública sin ser realmente consciente de ello o que se relacionan con desconocidos sin pensárselo.
Para mejorar la privacidad de los menores, la plataforma de fotografías Instagram ha anunciado cambios.
Así, por defecto, a las personas de menos de 16 años (o 18 en algunos países) se les atribuirán cuentas privadas cuando se unan a esta plataforma. Con una cuenta privada podrán controlar quién ve sus publicaciones, stories y reels o quién es capaz de comentar en el contenido que generan.
“Queremos que hagan nuevos amigos fácilmente y se mantengan al día con su familia, pero no queremos que lidien con mensajes directos no deseados o comentarios de extraños”, explican desde la red social.
Además, se dificultará que cuentas “potencialmente sospechosas” encuentren a usuarios de ciertas edades y se limitarán las opciones de los anunciantes para dirigir su publicidad.
Los adultos que son dueños de cuentas bloqueadas o denunciadas recientemente por algún joven no podrán interactuar con otros menores. Y los anunciantes ya no podrán segmentar sus anuncios base a los intereses o la actividad de los usuarios en otras aplicaciones y páginas web.
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