Para aquellos que pensáis que los inodoros nunca deberían verse u oírse, la compañía californiana Julien encargó a Troy Adams Design que diseñara un wáter secreto que sirviera de banco para secarse las canillas después de salir del baño. Deslizas la cubierta de madera sobre el trono cerámico cuando lo quieres ocultar y vuelta atrás para revelar el Roca en toda su gloria.
Y digo yo, ¿qué sentido tiene esta tontería? ¿Acaso la gente no entra en el baño siempre en busca del inodoro? ¿Y si vas con un apretón y no lo encuentras, qué? Me huelo un desastre en ciernes. Literalmente. — Ad Dugrale
Página de producto [Julien vía Remodelling Online]
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