Informe: comparando la seguridad de Windows y Linux
La publicación inglesa “The Register” publica un informe donde se analiza el modelo de seguridad utilizado por Windows y Linux, intentando determinar las diferencias entre ambos.
Más que diferencias
Se trata de un intento de sistematizar los puntos fuertes y débiles de cada entorno y, con esta información, intentar extraer unas conclusiones.
Una discusión recurrente en los últimos meses trata sobre que es más seguro, si el software propietario o el software de código abierto. Los defensores del primero defienden que la disponibilidad del código fuente abre la posibilidad que los atacantes descubran nuevas vulnerabilidades. Por su parte, los defensores del software de código abierto afirman que justamente la disponibilidad del código es la mejor receta para evitar los problemas de seguridad.
Se trata de una discusión en la que habitualmente se suelen utilizar, por ambos lados, argumentos que huyen de los datos empíricos y demostrables. Generalmente se utilizan argumentaciones de carácter sentimental y apreciaciones subjetivas, que poco ayudan a mantener un debate sosegado y que realmente permita extraer conclusiones.
El informe, “Security Report: Windows vs Linux” empieza con el análisis de tres mitos frecuentemente utilizados en cualquier discusión donde se compara la seguridad de Windows y Linux.
El primer mito es que Windows es objeto de más ataques y es víctima de la acción de más virus y gusanos debido a su posición dominante en el mercado. Dado que Windows es la plataforma dominante, los autores de ataques y virus tienen preferencia por esta plataforma. El informe rebate este mito a partir de dos datos empíricos: Linux es una plataforma muy popular a nivel de servidor Web y los datos recogidos por Netcraft demuestran que máquinas ejecutando software de código abierto no son reiniciadas con frecuencia.
El segundo mito se refiere a que la disponibilidad del código fuente abre la posibilidad a descubrir más fácilmente las vulnerabilidades. Este argumento se rebate a partir de la enorme cantidad de gusanos y virus que sacan provecho de vulnerabilidades de Windows, lo que viene a demostrar que la disponibilidad del código fuente no es un factor clave para detectar la existencia de problemas de seguridad.
El tercer mito rebatido son las estadísticas que demuestran la existencia de menos problemas de seguridad críticos en la plataforma Windows con respecto a Linux. En el informe se facilitan datos que demuestran como muchas de estas estadísticas son confeccionadas a medida y se basan en datos parciales, que difícilmente se pueden extrapolar a las conclusiones que a veces se extraen de los mismos.
La segunda parte del estudio compara el diseño de Linux y Windows, analizando las implicaciones que tienen las mismas en lo relativo a la seguridad. Así se compara el diseño monolítico de Windows contra el diseño modular de Linux (no se refiere al núcleo del sistema operativo, sino al conjunto del sistema operativo), el origen del código, las limitaciones del modelo de llamadas de procedimiento remoto y la diferencia de orientación de los ambos productos.
En la tercera parte se analizan las métricas utilizadas para la medición del nivel de seguridad y la dificultad que supone la interpretación de los datos reflejados por las mismas.
Cuando se mide el nivel de seguridad no sólo deben considerarse factores puramente numéricos, como son el número de vulnerabilidades sino que otros elementos tienen una importancia igual o superior: la exposición potencial a la vulnerabilidad, la facilidad con la que las vulnerabilidades pueden ser utilizadas en ataques, el daño provocado como consecuencia de un ataque. La unión de estos factores permite identificar un nivel de riesgo.
Con todas estas consideraciones, el informe realiza una comparativa de los últimos cuarenta parches y actualizaciones de Windows Server 2003 y Red Hat Enterprirse Linux AS v3.0. Se realiza una tabulación en la que se aplican las métricas definidas, de forma que para cada vulnerabilidad se puede identificar el nivel de riesgo global.
También se facilitan datos obtenidos a partir de la valoración global de impacto que aplica el CERT a cada una de las vulnerabilidades que se publican.
Conclusiones
Aplican las métricas definidas por “The Register”, el impacto de las vulnerabilidades y actualizaciones es mucho más importante en Windows Server 2003. Aproximadamente la mitad de las actualizaciones de Microsoft son consideradas como críticas (y muchas de las que no tienen esta consideración es debido a la configuración particular de Internet Explorer y Outlook Express, que son difícilmente utilizables en su configuración por defecto).
En cambio, aplicando la valoración que añade el CERT en sus estadísticas se puede considerar la existencia de un “empate tácito” en el nivel de seguridad de Windows Server 2003 y Red Hat Linux Enterprise Linux AS v3.0, con una valoración ligeramente favorable a Windows.