La incubadora canadiense Element AI recauda 102 millones de dólares

Element AI utilizará la financiación para contratar personal, el desarrollo de negocio y para invertir en algunas soluciones de inteligencia artificial.

Montreal es uno de los principales polos mundiales de desarrollo de la inteligencia artificial. Allí han surgido incubadoras como Element AI, una plataforma que quiere ser el lugar idóneo para todas las empresas (grandes o pequeñas) que están construyendo o quieren incluir soluciones de inteligencia artificial en sus negocios, pero carecen del talento y/o los recursos para empezar a hacerlo.

Pues bien, Element AI ha anunciado una gigantesca ronda Serie A de 102 millones de dólares. La incubadora utilizará la financiación para la contratación de personal, el desarrollo de negocios y también para invertir de manera selectiva en algunas de las soluciones que se construirán dentro de la misma.

“Nuestro objetivo sigue siendo reducir la barrera de entrada para aplicaciones comerciales en inteligencia artificial. Todo el mundo quiere tener estas capacidades, pero es difícil para la mayoría de las empresas, debido a la falta de talento o el acceso a la tecnología de la IA. Esa ess nuestra oportunidad”, declaró Jean-François Gagné, CEO de Element AI, a TechCrunch.

La ronda fue liderada por el prolífico inversor Data Collective, con la participación de una amplia gama de inversores clave y estratégicos. Entre ellos están Fidelity Investments Canada, la coreana Hanwha, Intel Capital, Microsoft Ventures, National Bank of Canada, NVIDIA, Real Ventures y “varios de los mayores fondos de riqueza soberana del mundo”, según la compañía.

Aparte de grande, esta ronda Serie A ha sido rápida: llega ocho meses después de la fundación de Element AI y sólo seis meses después de que anunciara una ronda semilla de Microsoft Ventures por una cantidad no revelada.

Element AI, que tiene actualmente 105 empleados, ya cuenta con varias empresas como clientes y trabajando en proyectos de pago. A ellas hay que sumar “cientos” de compañías potenciales en su lista. La idea de construir una “incubadora de inteligencia artificial” o “espacio seguro” donde las empresas, en vez de competir entre sí, estén sentadas juntas hablando con los mismos ingenieros para construir sus nuevos productos, puede configurar una industria de primer nivel en sí misma.