Impresión en 3D; una tecnología de infinitas posibilidades
La posibilidad de imprimir objetos en 3D es ya una realidad a la que cabe prestarle mucha atención: es una tecnología con vocación de revolucionar la forma en la que se entienden los procesos de producción actuales.
La industria de la impresión en 3D está creciendo a pasos silenciosos, pero agigantados. Se espera que cambie la forma de entender la producción en masa y que consiga reducir los costes de producción. En definitiva, es una tecnología que previsiblemente revolucione la industria.
Para aquellos que les suene como una idea lejana y futurista, cabe destacar que ya hay algunas compañías que cotizan en bolsa y que se dedican a desarrollar esta tecnología. Todas ellas han experimentado un importante crecimiento en apenas un año. Es el caso de Proto Labs, 3D Systems o Stratasys.
Llevándolo a la práctica: imagina poder diseñar unos zapatos, “imprimirlos” y poder estrenarlos apenas una hora después. O imagina poder encargar piezas de coche a un precio reducido y evitando largas esperas en el tiempo de recepción. Imagina el avance que puede suponer ser capaz de “imprimir” una prótesis adaptada a cada paciente, sin necesidad de listas de espera y con unos costes muy bajos.
Sus posibilidades son infinitas y pueden cambiar sustancialmente el devenir de importantes industrias como la médica, la aeroespacial o la de la construcción, como explica una infografía que recoge Mashable.
Pero, ¿cómo funciona?
Para empezar, el diseño. Se necesita un software como el CAD, capaz de diseñar objetos en tres dimensiones.
El diseño se enviará a una impresora y se elige el material con el que imprimir. Aquí, las posibilidades son infinitas; hay máquinas capaces ya de producir objetos con hasta 100 materiales diferentes, desde plásticos hasta materiales de poliuretano.
Funciona por superposición de capas. La impresora trabaja por fases: se van amontonando los materiales elegidos en un proceso de construcción por capas.