La importancia de formar en ciberseguridad desde la escuela

La tecnología forma parte de las vidas de las nuevas generaciones desde la infancia. En las aulas encontramos pizarras digitales, proyectores interactivos, ordenadores, etc. A raíz de la pandemia y el confinamiento, también es frecuente la utilización de plataformas digitales para la comunicación, el envío de deberes, la realización de trabajos grupales, etc. Y en casa, los niños se desenvuelven con soltura con smartphones, tablets, etc.

En un entorno tan digitalizado, la educación tecnológica es fundamental. Sobre todo, en torno a un aspecto que muchas veces se descuida: la ciberseguridad. “Los niños de hoy en día son nativos tecnológicos. Démosles las herramientas para que puedan sentirse seguros en un entorno totalmente cambiante y en el que pasan la mayor parte del día”, declara Eusebio Nieva, director técnico de Check Point Software para España y Portugal.

Coincidiendo con el Día de la Educación Tecnológica, que se celebró ayer, la compañía indica cuáles son los conocimientos de ciberseguridad que se deben tener en cada etapa educativa. En la educación primaria, Check Point indica que los expertos recomiendan empezar a tratar el tema de la ciberseguridad en las aulas a los 10 años. “En esta etapa, los conocimientos más interesantes que se pueden enseñar a los alumnos serían sobre privacidad, uso responsable de internet, configuración básica de la seguridad de los dispositivos o contenidos sobre ciberbullying”, detalla.

Además, aconseja que se cuente con un software de seguridad en los diferentes dispositivos, que existan controles parentales y que se usen bajo la supervisión de un adulto.

En la etapa de la educación secundaria, Check Point apunta que se pueden estudiar las amenazas y peligros más comunes de la ciberseguridad en internet, como el phishing —y cómo identificarlo—, el robo de cuentas, el malware y o el ransomware y sus señales.

Asimismo, señala que se puede aprovechar la ocasión para introducir y profundizar en conceptos clave en el ámbito de la ciberseguridad, como bug, vulnerabilidad, exploit o los fallos humanos. Y en este último apartado, hace hincapié en la formación en torno a la ingeniería social, explicando qué es, cómo funciona y de qué forma utilizan los cibercriminales dicha estrategia para atacar a sus víctimas.

Finalmente, los estudios superiores, ya sean grados universitarios o ciclos de formación profesional, permitirán que los estudiantes adquieran un conocimiento especializado en el ámbito en el que desean desarrollar su vida profesional. “Estudios como ingeniería informática, telecomunicaciones, el grado especializado en ciberseguridad o los ciclos de la rama de la informática son los que lograrán expandir los conocimientos más allá de lo aprendido en el colegio”, apunta Check Point.

En cualquier caso, la compañía hace hincapié en la importancia de la formación continua. “Este mundo está en constante evolución, y a una velocidad mucho más rápida que otras disciplinas, por lo que la formación no para. Después de completar esos estudios superiores siempre se puede ir ampliando los conocimientos y virtudes con cursos o másteres”.

Además, Nieva remarca que “la educación en ciberseguridad no sólo va a ser útil para las personas que trabajen en el sector, sino que va a ser crucial para el día a día de cualquier persona”, ya que “cada vez está todo más digitalizado y cualquier acción que hagamos llevará peligros tanto en nuestro trabajo como en nuestra vida privada”.