Se trata de Ignite, un circuito impreso algo mayor que una moneda de 2 euros con un microcontrolador de 8 bits, 8 LEDs, un acelerómetro y giroscopio, así como una antena inalámbrica y su correspondiente batería.
El resultado es un dispositivo que, gracias a una funda especial impresa en 3D, puede colocarse en un botellín y responde a diferentes eventos iluminando la botella.
De esta forma cuando brindamos se ilumina, al beber lo hace de manera intermitente, cuando la dejamos en una mesa se termina apagando e incluso se puede mandar una señal para que se encienda siguiendo el ritmo de la música.
¿Tiene algún tipo de utilidad real? Probablemente ninguna, pero eso no hace que no sea curioso e interesante, la pena es que el diseño no sea abierto y no estén disponibles los planos para hacerte el tuyo propio, aunque la verdad es que no parece muy complicado. ¿Alguien se anima?
vINQulos
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