IFA 2011: nos montamos en el Ford que aparca y frena por ti

El sistema de aparcamiento automático de Ford facilita la siempre complicada tarea de encontrar un hueco donde dejar el coche así como las maniobras necesarias para introducirlo en dicho hueco.

Para empezar el sistema puede estar activo y por debajo de 30 km/h detectará todo aquel espacio entre dos coches que deje al menos 30 centímetros por delante y otros tantos por detrás, avisándonos con una señal acústica cuando sobrepasamos el hueco. Si vamos buscando aparcamiento y tras pasar por delante de un hipotético hueco frenamos y nos damos cuenta de que el sistema no estaba activado no pasa nada, podemos activarlo en ese momento que procederá con dicha medición avisándonos si el vehículo cabe en el lugar en que creemos poder estacionar. También está previsto indicar al sistema que buscamos aparcamiento en el lateral izquierdo, para el caso de calles de un solo carril.

Una vez fijado el sitio basta con engranar la marcha atrás y soltar el volante.

El sistema es semiautomático y realiza todas las funciones sobre la dirección pero el conductor tendrá que pisar el acelarador y el freno para hacer que el automóvil se acomode en el hueco. Cuando el coche retrocede llegará un momento en que nos hayamos aproximado tanto al vehículo trasero que las señales acusticas nos indicarán con un pitido contínuo que de seguir pisando el acelerador terminaremos golpeándo los parachoques, así que es el momento de engranar la primera marcha y de nuevo sólo tendremos que pisar levemente el acelerador para que el automóvil quede correctamente estacionado.

El sistema de asistencia al estacionamiento de Ford realiza de manera automática el aparcamiento pero aún nos quedará “desaparcar” y eso tenemos que hacerlo de la forma tradicional. En el vídeo podéis comprobar cómo a pesar de que en la fotografía parezca haber mucho espacio entre los vehículos donde hemos aparcado realmente hay que hacer un par de maniobras para entrar y salir del hueco. Como hemos dicho, al menos debe haber 30 centímetros por delante y otros tantos por detrás para que el sistema “sepa” aparcar ahí. Para huecos más apretados nos tocará hacerlo “de oído”.

Finalmente pudimos comprobar también el funcionamiento del sistema de frenada automática.

Su misión es impedir las colisiones que se producen a baja velocidad en el tráfico urbano, principalmente en atascos o condiciones de tráfico denso en las que una pequeña distracción puede tener como consecuencia un choque por alcance.

El sistema funciona no tanto en función de la velocidad sino teniendo en cuenta el tiempo que resta hasta que se produzca un choque. Mediante una serie de sensores ubicados junto al retrovisor interno se realiza una constante medición de los vehículos que nos preceden.

Los sensores detectan cualquier superficie reflectante (matrícula, faros, catadióptricos…) del vehículo que va por delante del nuestro y cuando detecta que el tiempo que falta para entrar en colisión con el mismo es tan escaso que no permite que el conductor reaccione a tiempo se encarga de detener automáticamente el automóvil.

Si el sistema detecta que el conductor no estaba pisando el pedal de freno antes de la colisión apaga el motor del automóvil, enciende las luces de emergencia y emite una potente señal sonora en el interior del habitáculo al entender que se puede deber a una distracción por haberse quedado dormido o similar. Si simplemente detecta que el conductor no tenía tiempo suficiente para reaccionar se limita a detener el automóvil.

Agradecimientos: Guillermo del Palacio (El Mundo / TICbeat) por hacer de cameraman y acompañarme valientemente en la prueba