Con 2016 dando sus últimos coletazos, son pocos los que no están ya con la mirada puesta en el próximo año. Toca reflexionar y proponernos una serie de propósitos y objetivos para que todo vaya mejor en 2017, hacer una especie de borrón y cuenta nueva; darnos, en definitiva, una excusa para imaginar que empezamos de nuevo, para enderezar la dirección y empezar el año con buen pie.
Muchas de las decisiones tendrán que ver con temas económicos y de estrategia: tendrán su impacto, pero quizá no seamos de transmitir esa sensación de novedad a nuestros empleados y clientes. ¿Qué se puede hacer para dar un toque nuevo de verdad a la startup? ¿qué novedades harán que aumente la motivación con el nuevo año? Estas son algunas ideas que se pueden probar:
- Recolocación de los muebles. Es una de las recomendaciones que se dan siempre a gente que siente que su hogar ya no le emociona: cambia los muebles de sitio y notarás de pronto cómo la casa parece nueva. En la oficina pasará igual. Reservad un par de horas (o un día, incluso) para que todo el equipo se dedique a ofrecer ideas y probad distintas combinaciones. Será trabajo en equipo, un cambio al tratarse de trabajo algo físico, y el resultado dejará a todo el mundo con esa sensación de novedad que todos buscamos al empezar el año.
- Monta un podcast. Contra todo pronóstico, los podcasts están dejando de ser algo marginal y son cada vez más populares. No tenéis que montar el próximo Serial, pero puede ser un nuevo proyecto común muy emocionante: un podcast sobre algo en lo que seáis expertos, en el que todos los integrantes del equipo tengan un papel. Escuchad muchos antes, decidid por dónde queréis tirar, y animaos. Quizá nunca llegue a tener muchos oyentes, pero será divertido y permitirá aprender y reflexionar sobre la compañía.
- Newsletter de equipo. Posiblemente tu startup envíe newsletters a clientes y consumidores, pero ¿por qué no probar una interna? Una newsletter solo para el equipo y que se centre en las pequeñas y grandes victorias de cada uno. Y no tiene que centrarse en lo profesional. Que una vez al mes todos envíen a la persona encargada de la redacción sus grandes novedades (Fulanita ha empezado un máster, el hijo de Fulanito ha dado sus primeros pasos, Menganita ha empezado a entrenar para una maratón) y estas se distribuyan a todos de forma mensual.
- Cambio de horarios. ¿Qué horario tenéis en la startup? ¿Jornada partida o intensiva? ¿Es mejorable? Seguramente sí: haz una encuesta entre los trabajadores y empieza el año con un cambio de horarios –que se cumpla– que ayude a todos a tener un mejor equilibrio entre sus vidas personal y profesional.
- ¿Y si no hubiera jefes? Esto es solo si sientes que lo que hace falta en tu startup es una revolución que le dé la vuelta a todo y no tienes miedo a los cambios. Seguramente has oído hablar de los negocios (Zappos es el gran ejemplo; no les salió muy bien, pero tu startup posiblemente sea más pequeña) que funcionan sin jefes y sin jerarquías. ¿Y si lo probarais? Poneos unos tres meses de experimento y, si la cosa va bien, continuad. Quizá os preguntéis cómo habíais conseguido funcionar hasta entonces.