Iceberg NGI
Las redes de Internet de Próxima Generación han estrenado la primavera tecnológica sembrando el futuro electrónico de expectativas y nuevas promesas.
La primavera tecnológica no podría celebrar un mejor comienzo para ver crecer sus frutos más logrados. En esta ocasión, ha sido la ciudad de Valencia la encargada de acoger a los expertos más reconocidos de todo el planeta para hablar, discutir y concluir sobre, ni más ni menos, el diseño y últimos avances de la NGI o, en términos más populares, Internet de Próxima Generación.
El futuro ya está aquí y como muchos adelantaron no hace tanto tiempo, la evolución de las redes permitirá de manera fulminante no sólo el acceso a todos los servicios electrónicos conocidos y disponibles sino que, dato relevante, a una velocidad de transmisión impensable hasta para los más optimistas y vinculados a la Internet actual.
Además de lo señalado, las estructuras NGI aseguran la conectividad de tal modo que sus efectos sobre entornos que requieren por naturaleza respuesta pronta y rápida, como la telemedicina, no tardarán en hacerse notar en pacientes crónicos o accidentales. Es más, el empleo de estas tecnologías en otros ámbitos de especial importancia, véase como ejemplo la meteorología, podrá facilitar la visualización de sus devastadoras repercusiones y, por tanto, evitar el desenlace de tragedias casi cotidianas en las que pierden la vida miles de personas.
Así pues, la punta del iceberg TI deja ver nuevamente un potencial repleto de futuras promesas y en el que Internet vuelve a convertirse en la pieza clave por excelencia. Esperemos que las expectativas que se avecinan ocupen su lugar adecuado y que la vida, problemática desde su mismo nacimiento, se vuelva un poco más accesible, humana y, cómo no, cercana.