IBM Watson se está entrenando para ayudar a detectar glaucoma
Aplica tecnología de análisis y aprendizaje profundo, lo que debería contribuir también a enfrentarse a la degeneración macular y la retinopatía diabética.
IBM quiere mejorar la práctica médica con ayuda de Watson. A lo largo de diferentes laboratorios colaborativos está llevando a cabo diversos proyectos de investigación centrados en enfermedades como el cáncer.
Uno de esos proyectos corre a cargo de los investigadores de IBM Research en Melbourne, que desde 2015 están entrenando a Watson para que sea capaz de reconocer si hay o no anomalías en una retina. Últimamente sus esfuerzos han ido encaminados a mejorar a base de aprendizaje profundo y tecnología de análisis los procesos que los doctores aún realizan de forma manual, como diferenciar entre imágenes del ojo izquierdo y del ojo derecho o advertir indicadores de glaucoma.
En este sentido, desde el Gigante Azul recuerdan que el glaucoma es una enfermedad que se puede tratar, pero que la detección temprana es muy importante.
“El análisis de imágenes médicas con tecnología cognitiva tiene la capacidad de cambiar esencialmente la prestación de servicios de salud”, valora Joanna Batstone, vicepresidenta y directora de laboratorio de IBM Research en Australia. “Las imágenes médicas representan una rica fuente de datos para que los médicos realicen el diagnóstico y tratamiento tempranos de la enfermedad, desde la evaluación del riesgo de melanomas hasta la identificación de enfermedades oculares a través del análisis de las retinas”.
“La tecnología cognitiva”, resume Batstone, “encierra una inmensa promesa en cuanto a constatar la precisión, la reproducibilidad y la eficiencia de los análisis de los médicos clínicos durante el proceso de trabajo del diagnóstico”.
Las pruebas de IBM han terminado con una eficacia del 94 % al distinguir entre información de los ojos izquierdo y derecho y del 95 % en la medición de la relación entre copa óptica y disco.
La intención de los responsables de estos estudios es acabar acelerando la detección temprana de pacientes con riesgo de enfermedades oculares y potenciar también los propios programas de tratamiento. Además del glaucoma, con el tiempo se debería avanzar en otras dolencias como la degeneración macular o la retinopatía diabética.