IBM va a crear un modelo tridimensional del cerebro
El proyecto supondrá la construcción a medida de un superordenador de gran potencia basado en el diseño Blue Gene.
Henry Markram y sus colegas investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) pasarán los próximos dos años utilizando la supercomputadora de IBM, Blue Gene. Su objetivo es crear un modelo del circuito electroquímico de la neocorteza, que constituye alrededor del 85 por ciento de la masa del cerebro humano y se cree que es la región responsable del lenguaje, el aprendizaje, la memoria y los pensamientos complejos.
El proyecto Blue Brain (Cerebro Azul), una colaboración entre IBM y un equipo universitario suizo, supondrá la construcción a medida de un ordenador de gran potencia basado en el diseño Blue Gene (Gen Azul) de IBM. Este supercomputador tendrá una velocidad máxima de procesamiento de al menos 22,8 billones de operaciones por segundo, ó 22,8 teraflops. Con el enorme poder de cálculo de esta máquina, los científicos suizos esperan poder crear un modelo del cerebro a nivel celular con el que profundizar los conocimientos sobre el funcionamiento del órgano más complejo del cuerpo.
Markram, director del Instituto para el Cerebro y Mente de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), afirma que el proyecto constituye una de las iniciativas neurocientíficas más ambiciosas hasta el momento, ya que habrá que tener en cuenta cientos de miles de parámetros. “Seremos capaces de observar por primera vez, en tiempo real, el código eléctrico que nuestros cerebros emplean para representar el mundo”, afirma.
Posteriormente, extendiendo este tipo de análisis a otras partes del cerebro, los científicos esperan poder construir un modelo preciso del cerebro en tres dimensiones, según ha informado IBM. Mediante la utilización de este modelo, los científicos podrán realizar simulaciones del funcionamiento del cerebro a nivel molecular, incrementando el conocimiento sobre procesos internos como el pensamiento, la percepción y la memoria.
Los científicos también esperan poder investigar sobre cómo y por qué se producen algunos fallos de funcionamiento en las conexiones neuronales, causa aparente de desórdenes psiquiátricos como el autismo, la esquizofrenia o la depresión.