La transformación digital a la que están abocadas todas las empresas consta de diferentes componentes.
Uno de ellos, según la consultora IDC, es el i-ERP. Esto es el ERP inteligente, que ya se postula como representante clave de la nueva generación de aplicaciones empresariales.
Y es que los analistas animan a las empresas a dejar atrás los sistemas predigitales cuanto antes para seguirle el ritmo a la competencia y a la propia evolución digital, sustituyendo esas herramientas antiguas por otras “inteligentes”. Por sistemas “más robustos”.
“Las aplicaciones i-ERP constituirán la próxima ola de ERP, apoyando la transformación digital de las empresas en el núcleo de sus sistemas empresariales“, comenta Henry Morris, IDC Fellow para la investigación sobre Worldwide Big Data, Analytics & Cognitive Software. No en vano, las siglas ERP corresponden a la expresión “planificación de recursos empresariales”.
“La evaluación de estos sistemas”, aclara Morris, “se basa en la evaluación de tres dimensiones: una experiencia de usuario conversacional y de asistencia, el aumento y la automatización de procesos extendidos y conjuntos de datos curados acompañados por acceso en contexto”.
Serían soluciones que tiran de cuestiones como el cloud computing, el aprendizaje automático y el análisis predictivo a la hora de gestionar los datos.
Y esto no ocurre sólo con los ERP, también se está notando a nivel de marketing, ventas y soporte.
Girará en torno a tres temáticas: desinformación, contrainteligencia y credenciales expuestas.
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