Mientras el Gobierno chino busca voluntarios que controlen la navegación, los chinos se organizan para protestar contra la nueva medida que la Administración del país quiere implantar para reducir el acceso a contenidos perniciosos.
Así, y recogiendo la iniciativa del artista Ai Weiwei, los usuarios del país se declararán en huelga de ordenadores caídos el día en el que se pondrá en marcha el software censor, el próximo 1 de julio.
Los internautas del país no realizarán ninguna actividad virtual: ni chat, ni Google, ni Facebook. La red se apagará para protestar por una idea que ha creado polémica dentro y fuera de las fronteras chinas.
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