Huawei y ZTE, acusadas de ser una amenaza de seguridad para Estados Unidos

Huawei y ZTE, deberían ser excluidas de cualquier contrato o adquisición de empresas estadounidenses porque amenazan la seguridad de Estados Unidos.

Las compañías estadounidenses deberían evitar hacer negocios con Huawei Technologies si quieren proteger su propiedad intelectual y porque amenazan la seguridad de Estados Unidos. Así de clara se ha mostrado la House Intelligence Committee del país, que quiere que tanto esta compañía como ZTE sean excluidas de contratos y adquisiciones de compañías estadounidenses.

Es decir que en cuanto a su oferta, Huawei es como cualquier otro proveedor de equipamiento para telefonía y centro de datos. Sus productos de almacenamiento, networking y software de seguridad ganan terreno en la mayoría de los mercados en los que se asienta, y principalmente en China y los países emergentes. Excepto en Estados Unidos, donde parece ser una amenaza nacional. Cisco, Juniper Networks y Hewlett-Packard, empresas estadounidenses rivales de la compañía asiática, no han hecho comentarios sobre el asunto.

Mike Rogers, uno de los representantes del Comité ha pedido a las compañías del país que estén considerando hacer compras de Huawei que busquen a otro vendedor “si se preocupa por su propiedad intelectual, si se preocupa por la privacidad de sus consumidores y si se preocupa por la seguridad nacional de los Estados Unidos de América”.

Todo este asunto se origina hace once meses, cuando se inicia una investigación en torno a Huawei, ZTE y otros fabricantes chinos para determinar si su expansión en el mercado de Estados Unidos está permitiendo al gobierno chino espiar y poner en peligro la infraestructura de telecomunicaciones del país.

Tanto Huawei como ZTE han negado las acusaciones. Huawei asegura que es una compañía respetada que están haciendo negocios en casi 150 mercados con 500 operadores como clientes. “La seguridad e integridad de nuestros productos están probados”, ha dicho William Plummer, portavoz de la compañía en Estados Unidos.

Tanto Huawei como ZTE niegan estar controlados por el gobierno chino, y dicen estar a favor de que se realicen auditorías independientes sobre el hardware y software que venden  que aseguren que sus dispositivos y redes son seguras, recoge Bloomberg.

Durante los últimos meses Estados Unidos ha incrementado las advertencias a China sobre casos de ciberspionaje. En un informe de noviembre del año pasado se decía que el robo de datos sensibles como consecuencia del ciberespionaje se está acelerando y que pone en peligro unos 398.000 millones de dólares en gastos de investigación.