Huawei piensa en verde
El Foro de Eficiencia Energética del Sector TIC 2016 se celebró los pasados 11 y 12 de mayo, bajo el lema ”construyendo un mejor mundo conectado, haciendo la redes más verdes”.
Este año en ICT Energy Efficiency Forum 2016 recalaba en Madrid, más concretamente en la idílica finca La Alquería de Alcorcón, con su laguito y sus patitos y sus verdes praderas, un lugar diseñado para bodorrios de postín que debió hacer mucha gracia a los visitantes asiáticos (aunque las ponencias eran en inglés, había servicio de traducción al chino mandarín).
De la mano de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT/ITU) y esponsorizado por Huawei, se celebró durante día y medio este foro que tuvo en el consumo de energía racional y eficiente su principal línea argumental. Como señalaba en su inauguración Logos Tao, de Huawei, “Estamos involucrados de lleno en todo lo que tiene que ver con la energía, desde las baterías hasta los centros de datos. Tenemos el reto de hacer una red más verde”.
Y es que el gasto energético del sector TI a nivel mundial equivale al 2% de la energía consumida, y va en aumento y ya es equiparable al de otros sectores como el de la salud. Las perspectivas de poder controlar la factura energética (en términos de control de gastos, pero también de reducción de emisiones contaminantes) casa mal con el incremento en el tráfico de datos debido al Internet of Things o al Big Data Analysis en una Sociedad del Conocimiento. Se requiere una acción conjunta, orquestada y global para poder incidir en los grandes números, y este era el objeto principal de los allí reunidos, principalmente ejecutivos de grandes operadores de telecomunicaciones, centros de datos, suministradores de equipos y quizás algún funcionario de la AAPP. Pues no en balde, las dos principales palancas de cambio residen en la acción gubernamental (a través de diversas políticas y legislaciones) y de los usuarios finales (a través de hábitos más saludables y empleo de equipos más eficientes).
“¿Cómo podemos cambiar?”, se preguntaba Logos Tao. “Pues haciendo la solución más simple, más inteligente y más eficiente”. Para ello se trajeron diversos casos de éxito para poder adoptar las mejores prácticas, y los diversos actores de la industria mostraron sus esfuerzos y últimos hallazgos.
Cristina Buet, en representación local de la UIT, vino a exponer la necesidad de una acción planetaria en la que estén involucrados las agencias internacionales y los Gobiernos, pero sobre todo los operadores móviles, que tienen un gasto conjunto de 15.000 millones de dólares en factura energética. “Esto requiere por un lado una cooperación entre todos los actores: fabricantes de equipos, operadores de red, reguladores, inversores, analistas y consumidores. Pero más importante es poder acordar un roadmap que facilite ahorros en cada punto, y para ello es fundamental trabajar en estándares globales”.
Su colega Ahmed Zeddam, presidente de varios grupos de estudio en la UIT, recalcó “el papel fundamental de los estándares para el desarrollo de unas TIC sostenibles a medio plazo. Especialmente para reducir el impacto propio, el impacto en otros sectores, y en conducir un cambio de hábitos en la sociedad, Y si el reto es global, necesitamos una solución global que comprenda todo”.
Los temas de estudio sin duda son de incumbencia real: prevención de daños y seguridad, campos electromágnéticos (emisión, expansión, inmunidad), cambio climático y reciclaje, así como recarga de baterías y telecomunicaciones en entornos rurales. Pero para que todo sea más efectivo se necesita antes armonizar un lenguaje técnico común y tener metodologías de medición comunes, otra de las tareas de la UIT. Esta organización se puede colgar ya algunas medallas en su haber, como el alimentador/cargador universal para móviles. “Me gusta siempre acabar con esta conocida cita: no heredamos la tierra de antepasados, la tomamos prestada de nuestros hijos”, concluye.
Llegado el turno de las operadoras, Jean-Cloud Bourgoint, director de la unidad transversal llamada “Social Responsability & Green”, expuso la visión de Orange en pos de reducir la huella del CO2 a través de diversos ejemplos de redes rurales por batería solar, de optimización del cooling en los centro de datos con climatización nativa y embebida, de compartir redes inteligentes o de la virtualización de infraestructuras a nivel de 400 vDC. “Nuestra visión parte del paradigma “zero watts @ zero load” (“cero vatios en una carga nula”), mediante el principio de respiración energética y de consumir según crezcas, con un hardware&software escalable frente a demandas de tráfico de datos crecientes”.
Por Telefónica compareció Gabriel Bonilha, director de infraestructuras de red, resaltando que el común enemigo de los allí presentes es la ineficiencia energética, y mostrando los planes emprendidos ya hace una década y sus positivos resultados como lo reconocen diversas entidades calificadoras. Y es que sólo el consumo global de energía de esta multinacional española es de 6 TWh/año, que equivale al gasto anual que realiza un país como San Salvador. “Tenemos dos preocupaciones principales: el control de coste total y poder involucrar a toda la cadena. Después de realizar un inventariado energético, nos dimos cuenta que si no pones dinero encima de la mesa todo se va en chachara y bla bla bla. Así que creamos un fondo dotado de 50 millones de euros para que todos, nuestras unidades de negocio, nuestros partners y suministradores, cualquiera que viniera con una idea o proyecto factible de ahorro y eficiencia energética, pudiera echar mano de él: proyectos para rectificadores, luces, coolers, UPS… el 85% de las emisiones de CO2 se originan en los centros de datos. En este tiempo hemos logrado reducir en 329 GHWh el consumo, equivalente a 101.000 tn de CO2 que dejamos de emitir, y que ya ha supuesto 41 millones de euros de ahorro, pues lo único cierto es que el precio de la energía sigue subiendo, con una tasa interanual acumulada de ya el 35%”.
Siguiendo con las cifras globales, Roberta Gamble, analista de Frost & Sullivan, reveló algunas claves en este viaje hacia lo verde. “¿Cómo pretender reducir el consumo de energía cuando las perspectivas para 2020 son de diez dispositivos conectados por hogar, cuando habrá 5.000 millones de personas conectadas a Internet, cuando cada una tenga una media de cinco dispositivos, o cuando la densidad de dispositivos con IP será de 500 por Km2? Ya en 2011 la Nube usó tantos KWh como toda Alemania…”. El crecimiento de demanda de datos en la infraestructura hace que crezca la demanda energética, por lo que lo primero que se requiere son tipos de energías alternativas más limpias y menos contaminantes que las producidas con fuel o carbón. “Por otro lado está la creación de centros de datos modulares, más flexibles y adaptables, y más eficientes energéticamente. Hay que afrontar una serie de retos, como la gestión remota, la conectividad multinivel, las funciones inteligentes o la compartición de recursos. La idea es lograr reducciones del 30%. Un 30% equivale a un tercio menos”.
Realmente, es mejor hacer centros de datos más pequeños, mejor 5.000 que consuman entre 2 y 5 KWh que no uno o dos que gasten 10-25 GWh. No puede ser que el gasto que realizan quince países sea el mismo que hacen los 153 siguientes. “Hay que pensar holísticamente en el sistema entero. Lo verde no es una moda bonita, es una necesidad imperiosa”.
Para cerrar esta sesión matinal antes del almuerzo, subió al estrado Liangzhou Fang, CTO y VP de Energía de Huawei. Su presentación se centró en los próximos hitos tecnológicos, como las comunicaciones 5G o el vídeo 8K HD, la energía MIMO (múltiples Inputs/Outputs) o el SDP, la energía definida por software. “Con la 5G se multiplicará el tráfico por diez y el consumo energético –baterías más potentes y duraderas- por 3,7. Todo pasará a la nube, que multiplicará el tráfico de 200 a 800, por lo que se necesitará una arquitectura multimodo (SDN y NFV) capaz de absorberlo, con unos requerimientos de ancho de banda que pasarán de 500 megas a 1 giga. Con el vídeo 4K ya se requiere un ancho de banda 20 veces mayor y una densidad energética cuatro veces superior… El objetivo para 2020 es incrementar la eficiencia en los centros de datos del 55% actual al 70%. Ello significará reducir las paradas programadas de mantenimiento a la mitad. Con la sustitución del cobre y la aplicación de nuevas arquitecturas flexibles e híbridas MIMO, se pasará de un rendimiento de 40 KWh por rack a uno de 60 KWh gracias a la refrigeración líquida”.
La aproximación triunfante en este foro, pues es la del “bit manage watt” (los bits gestionan los vatios), o lo que es lo mismo, dotar de inteligencia a la red en todas sus fases. Cero interrupciones de la red y la pérdida cero de energía serán posibles en un futuro.