Huawei: “Estados Unidos está aprovechando su fortaleza tecnológica para aplastar a las compañías fuera de sus fronteras”
Se recrudece la guerra comercial con Estados Unidos, que impide usar su tecnología para desarrollar semiconductores en el extranjero.
El conflicto comercial entre Estados Unidos y China abre un nuevo capítulo, que vuelve a tener como protagonista a una de las grandes compañías del país asiático: Huawei.
La Oficina de Industria y Seguridad (BIS) de Estados Unidos apunta directamente hacia ella anunciando que le impedirá utilizar su tecnología “para diseñar y fabricar sus semiconductores en el extranjero”. Vuelve a aducir razones de seguridad nacional.
El año pasado Huawei y decenas de compañías afiliadas fueron incluidas en la ya famosa Entity List, lo que en la práctica dificultaba sus relaciones con fabricantes americanos y exigía la obtención de una licencia especial. “Sin embargo, Huawei ha continuado utilizando el software y la tecnología de los EE. UU. para diseñar semiconductores”, acusan desde Estados Unidos, “lo que socava los propósitos de seguridad nacional y política exterior de la Entity List al encargar su producción en fundiciones en el extranjero que utilizan equipos estadounidenses”.
La respuesta de Huawei
¿Y qué es lo que tiene que decir Huawei al respecto? En un comunicado ha expresado que “se opone categóricamente a las enmiendas realizadas por el Departamento de Comercio de Estados Unidos en su normativa relativa a los productos extranjeros”. Y advierte de que es una decisión que no solo le afecta a ella, sino que “tendrá un grave impacto en una gran cantidad de industrias mundiales. A la larga”, prevé, “dañará la confianza y la colaboración dentro de la industria global de semiconductores de la que dependen muchas industrias, aumentando el conflicto y las pérdidas dentro de estos sectores”.
“Estados Unidos está aprovechando su fortaleza tecnológica para aplastar a las compañías fuera de sus fronteras. Esto solo servirá para minar la confianza que las compañías internacionales depositan en la tecnología y las cadenas de suministro estadounidenses, dañando también los intereses de los Estados Unidos”, opina Huawei, para quien la medida es “arbitraria y perniciosa”, además de “discriminatoria”.
“Este nuevo reglamento afectará a la expansión, el mantenimiento y la operativa de redes por valor de cientos de miles de millones de dólares que hemos implementado en más de 170 países”, insiste. “También afectará a los servicios de comunicaciones para los más de 3 000 millones de personas que usan productos y servicios de Huawei en todo el mundo”.
“Para atacar a una empresa líder de otro país, el gobierno de los Estados Unidos ha dado la espalda intencionadamente a los intereses de los clientes y consumidores de Huawei”, señala. “Esto va en contra de la afirmación del gobierno estadounidense de que la decisión está motivada por la seguridad de las redes”.
Desde la compañía también comentan que su inclusión en la Entity List hace un año se realizó “sin justificación. Desde ese momento hemos mantenido nuestro compromiso de cumplir con todas las normas y regulaciones”, dice, “a pesar del hecho de que había elementos industriales y tecnológicos clave que no estaban disponibles para nosotros. Al mismo tiempo, hemos cumplido nuestras obligaciones contractuales con los clientes y proveedores, y hemos sobrevivido y seguido adelante a pesar de las circunstancias”, asegura.
Huawei, que está analizando la normativa, promete que “haremos todo lo posible para buscar una solución”.
El caso de Telegram
La relación de Estados Unidos no solo es tensa con empresas de China. Recientemente la firma de mensajería Telegram decidía abandonar su proyecto de blockchain y criptodivisa y apuntaba directamente al país americano como causante de su cambio de estrategia.
Un tribunal estadounidense falló en contra de la distribución de su moneda Gram y el fundador de Telegram, Pavel Durov, denunciaba que esto, en la práctica, significaba que “otros países no tienen la soberanía para decidir qué es bueno y qué es malo para sus propios ciudadanos”.
“Podemos votar por nuestros presidentes y elegir nuestros parlamentos, pero aún dependemos de los Estados Unidos en cuanto a finanzas y tecnología”, señalaba “Estados Unidos puede usar su control sobre el dólar y el sistema financiero global para cerrar cualquier banco o cuenta bancaria en el mundo. Puede usar su control sobre Apple y Google para eliminar aplicaciones de la App Store y Google Play”, enumeraba Durov. “El 96 % de la población mundial que vive en otros lugares, dependemos de quienes toman las decisiones elegidos por el 4 % que vive en los Estados Unidos”.