Hoy en día, los mercados se mueven muy deprisa en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs). Los profesionales de este sector ya estamos acostumbrados a que las tecnologías clave queden obsoletas en pocos años. Es más, para los ingenieros de desarrollo de contenidos digitales entender y tener en mente esta velocidad en las dinámicas y evolución constante de las herramientas y plataformas se ha convertido en algo de vital importancia.
Aunque a algunos pueda producir un poco de vértigo, lo cierto es que la rapidez no es necesariamente mala: forma parte de un proceso de continua innovación que lleva consigo la constante aparición de nuevas oportunidades, pero por supuesto también implica riesgos: tomemos por ejemplo el terreno de la ingeniería, y veremos que la velocidad está directamente relacionada con la toma de decisiones, unas decisiones que van a tener un impacto decisivo en el producto o servicio final. Pensemos que tenemos que adoptar un nuevo entorno de desarrollo: es obvio que para ello tendremos que conocer bien todo el ecosistema TIC, y aún así ¿cómo podemos saber cuál es el más adecuado y prever el impacto que tendrá nuestra decisión?
Un magnífico ejemplo, y además de plena actualidad, lo tenemos en HTML5. En estos días, prácticamente no hay empresa digna de mención en el terreno de las aplicaciones para dispositivos móviles y para PC que no esté evaluando si es conveniente abandonar tecnologías ya muy maduras, como Flash, para apostar por la supuesta compatibilidad universal que en el futuro les dará HTML5. Y, aunque es una decisión de importancia capital desde los puntos de vista técnico y estratégico, no hacerse esta pregunta es un lujo que nadie se puede permitir. Lo que está en juego es llegar a la cabeza del pelotón o quedarse en la cuneta. Ni más, ni menos.
¿Pero cómo se puede asegurar una decisión acertada? ¿Es demasiado pronto aún para hacer un cambio tecnológico con tanto impacto en nuestra organización y nuestros clientes? El problema es que, ahora mismo, es imposible asegurar cuál es la respuesta a esas preguntas; el tiempo dará la razón a los que ahora están tomando la decisión correcta, y hará lamentar su equivocación a los que han elegido la errónea. No se puede tener la certeza de lo que pasará: pero sí basamos nuestra decisión en información de calidad, y a ser posible de primera mano, las posibilidades de acertar aumentarán de forma significativa.
Y ése ha sido el motivo del alto interés suscitado por la charla sobre HTML5 que organizaron recientemente U-tad y DEV con la colaboración de W3C. Muchos de los especialistas que se hacían estas preguntas no quisieron perdérsela, al saber que estaría protagonizada por Mike Smith y Charles McCathieNevile de W3C, dos de los mayores expertos mundiales en esta tecnología. Se esperaba mucho de ellos, y no defraudaron. Con ellos pudimos entender aspectos de tanta importancia como: cuál es el estado actual de desarrollo de HTML5, el camino recorrido hasta ahora y los posibles problemas de compatibilidad que pueden presentarse, así como una completa exposición del todas las posibilidades que este estándar brinda en el ámbito de desarrollo de videojuegos para la web y para los dispositivos móviles.
Precisamente el interés suscitado por el acto fue lo que originó que, lo que empezó como una exposición a cargo de dos expertos se acabara convirtiendo en un intercambio de información y opiniones. El alto nivel de los conferenciantes atrajo a los representantes de empresas dedicadas a la creación de contenidos, algunos de los cuales expusieron su preocupación por que Flash hubiera abandonado los dispositivos móviles, y su interés por saber si ello significaba que la implantación de HTML5 en estas plataformas iba a ser más rápida y amplia de lo que se esperaba en un principio. Fue sólo uno de los temas que se tocaron en el coloquio posterior, donde también se habló, y mucho, de las nuevas oportunidades en contenidos como las aplicaciones para las inminentes televisiones interactivas y la posibilidad de una nueva generación de casual games para navegadores de dispositivo móvil.
La presencia de Mike y Charles sirvió de estímulo para los asistentes y les animó a participar con sus inquietudes y aportaciones. Desde el punto de vista de estos expertos, HTML5 está ganando muchos puntos como el estándar que constituirá la espina dorsal de buena parte de la web del futuro. La de adoptar esta nueva tecnología es una decisión de gran impacto, pero todos los asistentes a la charla salieron pensando que contaban con nuevos y valiosos datos que les ayudarían a enfocar los próximos años del entorno digital tomando el camino correcto.
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