¿Qué pasa cuando cruzas un androide de protocolo con un battleoid VF-1S de juguete? Pues que consigues un robot de 1,54 metros de alto que puede encender la televisión y traerte una margarita un zumo de naranja del frigorífico si se lo pides con mucho cariño. Por lo menos, eso es lo que quieren conseguir los investigadores del Instituto Nacional para la Ciencia Industrial y Tecnología Avanzada de japón, una panda de vagazos en potencia que están deseando tirarse a la bartola una vez consigan máquinas autónomas con visión tridimensional que trabajen sin descanso mientras conspiran secretamente para asesinarnos y hacerse con el control de todo el planeta. Francamente, que le den dos duros al AIBO y al QRIO. Donde esté un HRP-2, que se quite todo.
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