Hombre, de unos 37 años y con un puesto en la competencia, el retrato robot del trabajador que roba información
Las amenazas a la seguridad en las empresas son ya un hecho que preocupa a diario a los trabajadores y, sobre todo, a sus jefes, que intentan poner fin a los robos de propiedad intelectual que sufren por parte de sus empleados.
Las previsiones apuntan que los robos de propiedad intelectual se realizan, en su mayoría por trabajadores que están a punto de dejar la compañía. Y es que el 65% de los empleados que comente un robo de propiedad intelectual ya tienen asegurado otro puesto en la competencia, según el último estudio de Symantec.
Además, cerca de un 20% ha sido contratado por otra empresa interesada en los datos y un 25% ofreció la información robada a una compañía extranjera o a otro país.
Aparte de este dato, los patrones estudiados por la compañía de seguridad apuntan que la mayoría de los robos de propiedad intelectual se cometen por empleados masculinos de, aproximadamente, 37 años de edad y que ocupan puestos científicos, de ingeniería, de gestión o de programación.
Los secretos comerciales representan la información más jugosa y atrayente para los trabajadores, produciéndose en un 25% de los casos.
Por su parte, la información empresarial supuso un 30% de los robos, seguido por el código fuente con un 20%, el software propietario con un 14%,el robo a información de los clientes con un 12% y los planes empresariales con 6% de los robos.
Asimismo, el 75% de los ladrones PI se apoderan de la información a la que pueden acceder de forma autorizada. Para ello, cuentan con medios técnicos para transferir los datos robados. Así, un 54% de los trabajadores corporativos empleó la red como el correo electrónico o transferencias de archivos en red para lograrlo.