Una vez que el usuario se coloca las gafas de realidad aumentada HoloLens de Microsoft podrá comprobar cómo se hace realidad ese lema con el que se ha dado a conocer este potencialmente revolucionario dispositivo.
A diferencia de la inmersión virtual asociada a Oculus y del añadido a nuestro campo visual que aporta GoogleGlass, HoloLens nos permite continuar percibiendo visualmente todo cuanto nos rodea pero añade una capa virtual prácticamente limitada por la imaginación.
En primer lugar hay que destacar que HoloLens reconoce nuestro entorno, permite identificar espacios, superficies, volúmenes… para posteriormente y según las necesidades recubrir determinadas partes con… bueno, con lo que necesitemos en cada ocasión, y el vídeo demostrativo que ha acompañado hoy a la presentación de este dispositivo permite vislumbrar apenas un puñado de usos para estas gafas llenas de potencial.
La mezcla de lo que realmente vemos porque está ahí y los “hologramas” que nos parecerá que están sobre las superficies que nos rodean pero que realmente sólo están en la pantalla translúcida de HoloLens consigue un resultado similar al de rodearnos de hologramas.
HoloLens tiene un aspecto físico a medio camino entre las gafas de realidad virtual y las de ski, precisamente por la mencionada capacidad de ver lo que nos rodea y en ese sentido no estar completamente aislados del mundo real.
Desde colocar en una pared ante nosotros una pantalla gigante (es decir, la percibiremos como si lo fuera) desde la que ver nuestros contenidos favoritos, a superponer sobre una pieza las indicaciones para repararla que en forma de flechas o diagramas nos puede estar remitiendo un interlocutor con el que establecemos comunicación a través de la Red. En ocasiones ya no va a hacer falta que se desplace hasta casa el fontanero sino que llegándole a él a las imágenes de lo que tenemos ante nosotros, podrá “dibujar” sobre las mismas las instrucciones que debemos seguir, que para nosotros serán como indicaciones dibujadas sobre el objeto real que tenemos delante. Nos cobrará la asesoría y dirección pero no el desplazamiento.
Y es que además de mostrar, HoloLens también será capaz de reconocer nuestra voz y nuestros movimientos, algo imprescindible si realmente queremos interactuar con nuestro entorno de una manera natural.
HoloLens no va a salir a la venta de manera inmediata pero en Microsoft han anunciado que será una realidad durante el período de vida de Windows 10, el nuevo sistema operativo de la casa que se ha presentado también hoy. Satya Nadella, CEO de Microsoft ha aseverado que cuando lleguen al mercado se venderá este producto a un precio que podrán pagar tanto empresas como consumidores de a pie, quién sabe si en referencia al astronómico ($1.500) precio de las Google Glass.
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