Hollywood se une para buscar soluciones contra la piratería
Seis grandes estudios cinematográficos lanzan un proyecto de investigación que impide la copia y distribución ilegal de sus películas.
Los seis mayores estudios de cine de Hollywood han acordado la puesta en marcha de Motion Pictures Laboratorios, también llamada Movielabs. Se trata de un proyecto en el que trabajarán de forma conjunta para buscar nuevos medios tecnológicos que protejan las películas ante la copia y distribución ilegal en el mercado negro e Internet, por la que la dicen perder 3.500 millones de dólares al año.
Las productoras de cine estadounidense tienen la sensación de que la industria tecnológica no está invirtiendo lo suficiente en investigar sistemas capaces de reducir el nivel de piratería. Esa parece ser la razón que ha llevado a seis grandes estudios a crear una organización sin ánimo de lucro, Movielabs, que, según informa “The New York Times” tendrá un presupuesto inicial de 30 millones de dólares. Los fundadores de Movielabs son Walt Disney, Paramount, Twentieth Century Fox, Sony Pictures, Universal y Warner Bros.
El objetivo de Hollywood es encontrar nuevas tecnologías para detectar grabaciones ilegales de películas en salas de cine y evaluar otras formas de controlar dispositivos y programas que utilizan algunas redes para distribuir películas. Las productoras planean recomendar después su uso a universidades, compañías, proveedores de Internet y otros operadores de redes.
Las herramientas que busca la industria deberían servir para detectar las cámaras con las que se graban películas en las salas de cine para luego distribuirlas ilegalmente, identificar el tráfico de datos correspondiente a transferencias ilegales de ficheros en redes corporativas o universitarias, impedir que los clientes de servicios digitales envíen películas a otras personas sin que éstas tengan que pagar por ese contenido… Una tarea difícil, en resumidas cuentas, pero cuyo éxito podría devolver a la industria a tiempos más felices.
Y es que los estudios cifran en 3.500 millones de dólares sus pérdidas de ventas anuales por la copia ilegal de cintas y DVDs, y están muy preocupados por la posibilidad de que esta cifra aumente en los próximos años con el incremento del número de conexiones de banda ancha en todo el mundo.