A falta de Gundams, buenos son estos helicópteros personales. “Buenos” en este caso quiere decir “me apetece romperme todos los dientes”. El H-4 tiene un motor de 125 centímetros cúbicos, ocho caballaos y dos hélices. Puede elevarse a 90 kilómetros por hora y cuesta 3,6 millones de yenes, unos 27.000 euros.