Hasta un 65 % de los entornos de fabricación funciona con sistemas operativos obsoletos

Trend Micro advierte de que “la convergencia de TI y OT podría tener, sin saberlo, un grave impacto en las líneas de producción”, con “pérdida de propiedad intelectual y de ventaja competitiva”.

La Industria 4.0 ofrece oportunidades sin precedentes para aumentar la productividad, mejorar la eficiencia de los procesos y realizar fabricación bajo demanda, pero también altera drásticamente el modelo de riesgo de amenazas para estas instalaciones”.

Así lo advierte Steve Quane, vicepresidente ejecutivo de Network Defense y Hybrid Cloud Security de Trend Micro, que ha presentado los resultados de su investigación Asegurar fábricas inteligentes: amenazas a los entornos de fabricación en la era de la Industria 4.0 donde habla de los problemas a los que se enfrentan las redes que siguen atadas a tecnología anticuada. No en vano, calcula que un 65 % de los entornos de fabricación está funcionando con sistemas operativos obsoletos.

Desde Trend Micro explican que las redes de operaciones que se habían aislado se conectan a la red de TI con el punto de mira puesto en la eficiencia. Pero esto expondría protocolos propietarios que no son seguros y equipamiento OT antiguo, de hace décadas, que no se está parcheando con la frecuencia que se debería.

“Como se señala en esta investigación, la convergencia de TI y OT podría tener, sin saberlo, un grave impacto en las líneas de producción”, advierte Steve Quane, “y podría llevar a la pérdida de propiedad intelectual y de ventaja competitiva“.

Más allá de esa infraestructura heredada que es problemática, los entornos de fabricación se ven perjudicados por otras amenazas, como las vulnerabilidades de Día Cero. Este tipo de vulnerabilidades adquiridas en interfaces hombre-máquina de sistemas de control industrial se incrementaron más de un 200 % el año pasado.

Las fábricas sufren con el malware básico y con el malware dirigido. Reciben ataques de minería no autorizada de criptomonedas que consumen potencia de procesamiento y provocan latencia, dañando por tanto los procesos de producción. La producción también es víctima de los ataques de ransomware.