Piratear la cuenta en Twitter de un personaje famoso no sale especialmente caro: Hacker Croll, nombre en clave de François Cousteix, lo hizo en 2009, tomando el control de la del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Un año después, su caso ya está visto para sentencia: Hacker Croll ha sido condenado a cinco meses de prisión condicional en un correccional de Clermont-Ferrand y a pagar una multa de 1.000 euros.
“Yo no he destruido nada, podría haberlo hecho pero no lo hice”, apuntaba François Cousteix ante el tribunal, como recoge Le Monde. “No es mi ética”.
Hacker Croll había tomado el control de varias cuentas de personajes famosos, como la de Britney Spears o la del fundador de Twitter, Evan Williams. Para acceder al panel de control no utilizó más que la llamada ingeniería social, es decir, el análisis de la información pública referente a estos personajes. “Es necesario un poco de tiempo, suerte y curiosidad”, decía cuando su historia saltó a los tribunales.
Girará en torno a tres temáticas: desinformación, contrainteligencia y credenciales expuestas.
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