¿Hacia dónde va la nube?
Multicloud, contenedores y servicios serverless, arquitectura modular y código abierto. Éstas son las cuatro tendencias en innovación que marcarán la evolución de la nube en 2022.
En un escenario de transformación digital acelerado como consecuencia de la pandemia, la nube se ha convertido en uno de los principales habilitadores de dicho cambio. Aunque cada organización lo esté afrontando a su manera, con diferente ritmo y apostando por distintas soluciones —IaaS, PaaS, SaaS…—, casi todas están migrando a la nube cargas de trabajo, aplicaciones y datos.
Durante el presente ejercicio, las empresas y organizaciones continuarán con este viaje al cloud, en el que ya se vislumbran algunas tendencias en innovación. Según Scaleway, una de estas tendencias es el crecimiento del multicloud, con el fin de evitar la dependencia de un único proveedor.
Los expertos de la compañía señalan que las organizaciones están tomando conciencia de los riesgos que comporta quedar en manos de un solo proveedor, tal y como se puso de manifiesto con la interrupción que sufrió Amazon Web Services el pasado mes de diciembre, que afectó a empresas de todo el mundo. Así pues, indican que la tendencia a la multiplicidad de nubes permitirá mayor elección, arbitraje de precios y gestión de riesgos, tanto desde un punto de vista geopolítico como de la capacidad de recuperación.
Igualmente, IDC Research España pronostica que el 70% de las organizaciones europeas incluirán multicloud como parte de los servicios gestionados en la nube para estandarizar las diferentes herramientas, garantizar la calidad del servicio y gestionar los cambios en la demanda. Estos datos se desprenden de una encuesta realizada por la consultora a los CEO de grandes empresas europeas.
La segunda tendencia detectada por Scaleway será adopción de contenedores, especialmente Kubernetes, y de servicios serverless. Reseña que el 85% de las empresas ejecutarán contenedores en 2025, casi el triple que en 2020, según los datos de Gartner. “Este crecimiento en la adopción de contenedores apunta a la escalabilidad y flexibilidad de la arquitectura, cualidades cada vez más demandadas. La reducción de los costes y la complejidad no sólo permitirá un uso más eficiente de los recursos, sino que también acelerará el trabajo eficiente, ya que se dedicará menos tiempo a la gestión de la tecnología”, puntualizan los expertos de la compañía.
La tercera tendencia será la evolución hacia una arquitectura más modular. “A medida que se desarrollen las necesidades tecnológicas y se requieran nuevas aplicaciones, la arquitectura cloud tendrá que ser cada vez más modular para soportar las aplicaciones aún desconocidas y que los ecosistemas de productos funcionen bien juntos”, apunta Scaleway.
De este modo, espera que el tamaño del mercado de microservicios cloud se triplique entre 2020 y 2026. Asimismo, cree que se cumplirán las predicciones de IDC. La consulta pronosticó en 2018 que el 90% de las aplicaciones contarían con arquitectura de microservicios en 2022.
Y la cuarta tendencia es la apuesta por el código abierto. “Se posicionará como la solución ideal para proporcionar un terreno de juego equilibrado. A medida que la comunidad del software se aleja cada vez más de los productos basados en la propiedad intelectual y las patentes, las barreras de entrada se reducen significativamente, abriendo así las puertas a personas y empresas con menos recursos”, anota Scaleway.
Adicionalmente, sus expertos recalcan la nube será fundamente para la transformación de la asistencia sanitaria, de la mano de la inteligencia artificial y la robótica. “Para aprovechar este potencial será necesario recurrir a soluciones cloud centralizadas y edge computing, ya que el despliegue de servidores locales para la investigación de recursos intensivos supondrá un coste demasiado elevado”, puntualizan.