El responsable del estudio se llama Bengt Arnetz, profesor de medicina social y estrés en la Universidad de Uppsala. Un equipo de investigadores de esta universidad, en colaboración con otra de Michigan, ha encontrado que las radiaciones del móvil podrían producir insomnio, dolores de cabeza y dificultades en la concentración.
Durante un período de 18 meses, los científicos estudiaron a 35 hombres y 36 mujeres con edades de entre 18 y 45 años, expuestos de forma intermitente a señales inalámbricas de 884 MHz, el equivalente a la radiación que recibimos cuando hablamos por el móvil. Otro grupo similar se sometió al mismo experimento pero sin recibir las ondas.
“Los primeros sufrieron de dolor de cabeza y confirmaron que les costaba más conciliar el sueño por las noches”, explicó Arnetz.
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Sydney Morning Herald
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