¿Había vida antes de Facebook?
Comercializar con los datos personales de los usuarios y reformar las configuraciones de privacidad sin cesar son dos de las cuestiones que han hecho acaparar titulares, y alguna que otra demanda, a la red social por excelencia: Facebook. Pero no son las únicas que la han vuelto famosa. Cuando el 28 de octubre de 2003 Mark Zuckerberg se lanzó a programar una versión online del álbum fotográfico de los estudiantes de Harvard, por entonces conocida como Facemash, sembró la base para mapear todas las conexiones del mundo físico en un único sitio centralizado y fomentar el intercambio social. Además de simplificar las búsquedas entre personas, ofrecer juegos y generar adicción.
No en vano esta plataforma pasó de los 1.500 registros de su primer día de funcionamiento a más de 1 millón de miembros al cabo de un año. A día de hoy cuenta con una base de 845 millones de usuarios repartidos a lo largo y ancho del planeta que se conectan al menos una vez al mes, 425 de los cuales acceden directamente desde dispositivos móviles. ¿Cuántos revisan sus perfiles a diario? 483 millones. Éstos realizan 290.000 actualizaciones de estado, escriben medio millón de comentarios y suben 140.000 imágenes cada minuto. Como consecuencia, la facturación anual de la empresa supera los 3.700 millones de dólares, su valoración ronda los 83.500 millones y en cuestión de semanas saldrá a bolsa. Buena parte de sus dirigentes son multimillonarios y la fortuna de su fundador eclipsa la de los creadores de Google, Steve Ballmer o el fallecido Steve Jobs.
Primero Geocities, por último Netlog
Los números son aplastantes. Se calcula que los facebookeros dedican unas 4 horas diarias a bucear por su tejido web y muchas compañías han optado por cortar el grifo del acceso a la página durante la jornada laboral para salvaguardar la integridad de sus sistemas. En cierto modo se ha convertido en el fenómeno social de la primera década del siglo XXI, pero Facebook no fue la primera comunidad de Internet en la que volcar aficiones y compartir sentimientos. Los orígenes del Social Media se remontan a nada menos que 1978, época en la que dos apasionados de la informática, Ward Christensen y Randy Sues, crearon el primer boletín computarizado BBS para intercambiar mensajes y emitir anuncios a personas conectadas al mismo tiempo.
La explosión de la web como nuevo gran medio se produjo en los 90. En 1993, David Bohnett y John Rezner presentaron al público Geocities. Fundado con el propósito de que los cibernautas creasen sitios gratuitos vinculados a su ciudad y clasificados temáticamente, el servicio llegó a ser el tercero más visto de la web. En 1995, theGlobe.com animaba a personalizar el diseño de los perfiles de sus usuarios e interactuar con el contenido de otras personas con intereses parecidos. En 1997, AOL desvela su Instant Messenger para regocijo de los chateadores y Sixdegrees.com permite la creación de listas de amigos, familiares y conocidos basándose en la teoría de los seis grados de separación. En 1998, ve la luz Blogger, popularizando bitácoras y formularios. Pero, sobre todo, nace Friends Reunited.
Con sangre británica, la red del matrimonio compuesto por Steve y Julie Pankhurst ha conseguido ser bastante conocida gracias a su cometido de localizar antiguos vecinos, compañeros de colegio, de trabajo, de servicio militar o club deportivo. E incluso le ha salido un hermano gemelo, Genes Reunited, orientado a reconstruir árboles genealógicos. Eso sí, nunca ha sobrepasado el éxito del ahora portal de juegos Friendster (2000) o un MySpace (2002) codificado en menos de 10 días, que reinaron el sector hasta la llegada de Facebook. Mientras el primero rompió la barrera de los 3 millones de usuarios en sólo 3 meses y logró enganchar a 1 de cada 126 internautas de la época, especialmente asiáticos; el segundo, que poco a poco parece remontar el vuelo de la mano del artista Justin Timberlake, consiguió retener la corona de usuarios únicos hasta 2007.
Y estos nombres no están solos. Mese antes de la biografía virtual aparecieron en escena la red profesional LinkedIn que, entre otras curiosidades, si fuese un país tendría más habitantes que Rusia y ya alberga los perfiles de los ejecutivos de las 500 empresas más ricas del mundo, la belga respaldada por la juventud europea y latinoamericana Netlog o la estadounidense Hi5, también dirigida al público de menor edad y también reconvertida en plataforma lúdica.