¿Ha estallado ya la segunda burbuja punto com?
Para Marc Andreessen Silicon Valley está viviendo lo más parecido a una “depresión tecnológica”.
La corriente económica especulativa entre 1997 y 2001 tuvo un desafortunado final. El frenesí inversor concluyó en muchas empresas vinculadas a internet que acabaron quebrando y desapareciendo.
Diez años después el panorama es bien diferente. Para empezar, puede decirse que toda empresa que se precie está vinculada a internet. Es difícil encontrar una empresa sin vínculos a la red; ya sea de manera directa o indirecta. Obsérvense los gigantes tecnológicos y sus productos conectados, o en el pequeño comerciante que aloja su negocio en la red.
Algunos de los halcones de internet -cuyos negocios descansan exclusivamente sobre la red- se han lanzado en los últimos años a la aventura bursátil. Las confusas fórmulas de monetización de los negocios de compañías como Zynga, Groupon o Facebook provocaron entonces las críticas de los analistas más escépticos.
Para muchos fue sobre todo el estreno en el parqué de Facebook el indicio de la primera grieta en una nueva burbuja, creada en su segunda versión, por compañías privadas de consumo de internet. La caída del valor de los títulos de Zynga o Groupon sirve como apoyo a la teoría de los analistas.
Pero, ¿puede hablarse realmente de una segunda burbuja?
Marc Andreessen cree que no. Es más, “si es una burbuja”, explica en unas declaraciones que recoge Reuters, “es una burbuja que se limita a cuatro compañías”, y no una que afecte a las compañías de internet. No ha especificado, eso sí, de qué empresas se trata.
Para el inversor –que es miembro de la junta de Facebook-, la explicación del pobre desempeño en bolsa de algunas compañías es otra. Silicon Valley vive a su juicio, en una agonía inversora. “Estamos en una depresión tecnológica”, ha señalado.