No faltan certificaciones y estándares de eficiencia energética para identificar los productos más inteligentes. Lo difícil es saber cuál de ellos responde a las necesidades de tu empresa, tanto en lo que respecta a servidores como a almacenamiento y software. M. David Stone nos da una visión panorámica de las cinco certificaciones más populares en estos momentos: Energy Star (EPA), EPEAT, RoHS, Blue Angel y EcoLogo.
Lo primero que una empresa descubre cuando decide hacerse con una infraestructura Green IT y eficiente es que resulta muy difícil averiguar qué servidores, productos de virtualización y almacenamiento consumirán menos energía y reducirán la huella ecológica de nuestra compañía.
Afortunadamente, no es necesario que uno se estudie los detalles técnicos de cada producto. Existe un buen puñado de programas de certificación para eficiencia energética de productos informáticos que lo harán por ti. Sin embargo, son tantas las certificaciones que incluso elegir una parece complicado.
Por eso hemos preferido explicar aquí en qué consiste cada una de las cinco certificaciones que en mi opinión son las más importantes hoy en día.
Tal vez sea la más conocida de todas. Energy Star es un programa gestionado de forma conjunta por la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA) y el Departamento de Energía. Monitores, impresoras, escáneres, centros todo-en-uno, ordenadores de sobremesa, portátiles… todos son candidatos para esta calificación. Para obtener el certificado, el producto tiene que cumplir con unos requisitos de eficiencia energética estándar, por ejemplo, consumir menos que una cantidad definida cuando está en uso y poder pasar a un modo de ahorro energético cuando no está en uso. El objetivo es ahorrar energía y ayudar a reducir las emisiones con efecto invernadero a la atmósfera.
Para algunos tipos de productos, la marca Energy Star promete el uso de energía por debajo de los niveles máximos, pero para algunos dispositivos, el máximo varía más de lo que uno podría imaginar, ya que depende de las especificaciones del producto. El máximo permitido para un centro Todo-en-Uno de láser con fax, por ejemplo, es más que el que se permite a una impresora que utiliza también láser. De igual forma, los láseres más potentes tienen máximos mayores que los de baja velocidad.
Lo que el logo Energy Star te dice es que la energía que utiliza ese producto está dentro de un límite definido para modelos equiparables. Un modelo con menos especificaciones puede, en realidad, consumir menos energía, pero no entrar dentro de la certificación porque el sistema requiere un máximo menor para esa combinación de especificaciones. Por tanto, lo primero que hay que hacer es definir las prestaciones que necesitamos y después buscar el modelo Energy Star que las tiene.
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