Guarida maligna en un torreón anti-napoleónico
Duncan Jackson encontró hace 10 años este torreón. Y vio que tenía posibilidades.
La edificación permanecía e un estado de lamentable y ruinoso abandono y le costó todo un año convencer al granjero propietario de los terrenos donde se econtraba de que le vendiera ese montón de ladrillos decrépito. La ausencia de acometidas de luz y agua fueron también dificultades menores. La antigua torre vigía, que sirvió en su momento como protección frente a las invasiones napoléonicas hace más de 200 años, estaba en medio de un área catalogada como Zona de Especial Interés Científico, integrada en un Área de Especial Interés Paisajístico, está incorporado en un registro de Edificaciones en Riesgo y por si faltaba algo está catalogado como Monumento.
Pero Jackson no se arredró y pensó que era mejor rehabilitar la construcción y hacerla habitable antes que dejar que se desmoronase abandonada a su suerte y a las inclemencias del tiempo. Abandonada como estaba desde 1870, Jackson tardó toda una década en convertir en un hogar sus 750.000 ladrillos gracias al estudio de arquitectura de Piercy Conner. El resultado lo tenéis en estas fotografías.
Eso sí, en invierno debe costar lo suyo calentar esa casa. ─Antonio Rentero [Inhabitat / Fotografías de Edmund Sumner]