La compañía Gtmhub desembarcó recientemente en el sur de Europa para acercar a las empresas su plataforma basada en metodologías OKR (Objectives and Key Results) para la gestión de objetivos empresariales que está generando un enorme interés a nivel mundial.
No en vano, ha recaudado en su última ronda C de financiación más de 120 millones de dólares, un claro indicador del potencial que tiene para revolucionar la organización empresarial.
Con más de 160 integraciones y conectores con aplicaciones de terceros, incluyendo cualquier base de datos SQL u hoja de cálculo, la plataforma Gtmhub se ha situado en una posición inmejorable en el mercado, algo de lo que nos habla en la siguiente entrevista Iván Menéndez, Area Vicepresident South EMEA y responsable de Gtmhub en España, Portugal e Italia, y viejo conocido de los lectores de Silicon tras su paso por compañías como Oracle o Nutanix.
—Para comenzar, tengo que decir que has comenzado un nuevo reto aparentemente distinto a tus anteriores responsabilidades en empresas como Oracle y Nutanix. ¿A qué se debe este cambio?, ¿había demasiada presión?
En el momento en que la filial de Nutanix en España era uno de los dos países que más crecía en Europa ya no había presión. Ese no fue el motivo de mi decisión. En los dos últimos años, el negocio en Iberia creció cuatro veces más rápido que en el conjunto de la región.
El cambio se debe a una cuestión de preferencias personales. Siempre me ha gustado construir, hacer que las empresas crezcan y no me importaba empezar de cero en absoluto porque siempre busco el potencial.
—Pero es un cambio importante si atendemos al segmento de mercado al que te dedicas ahora en Gtmhub…
Es un cambio de negocio, un cambio en mi día a día… y el potencial que tiene es enorme.
A nivel personal, me hacía determinadas preguntas como ¿qué es lo que estoy haciendo?, ¿qué veo alrededor?, ¿cómo veo el mercado de infraestructura en el que estoy trabajando?… y me di cuenta de que me apetecía hacer otra cosa, algo que tuviera más que ver en porqué las cosas ocurren, cómo mejorar los equipos, las organizaciones, etc. Es decir, me apetecía algo más relacionado con el negocio (organización y personas) y no tanto con las Tecnologías de la Información puras.
Mientras me hacía esas preguntas, me llamaron desde Gtmhub y me explicaron lo que querían hacer. Y tienen claro que es algo que terminará convirtiéndose en un sistema empresarial de cierto peso.
En España, este sistema está muy verde aún, por lo que el potencial es aún mayor que en otras regiones. Se habla de que el interés de las empresas en OKR crecerá un 1000% durante los próximos 6 meses.
En resumen, este tema tiene mucho potencial, hay un importante hueco en el mercado y es un proyecto distinto en el que creo que mi aportación personal puede ser mayor que en los anteriores. Además, hay mucho de construcción, como te explicaré después. Si sumas todo eso, la decisión de asumir el nuevo reto está clara. Y estoy muy a gusto.
—Cuéntame quién es Gtmhub y qué quiere cambiar.
Lo que busca Gtmhub es permitir que las compañías y organizaciones puedan alinear la estrategia con la ejecución de todos los equipos que tienen por debajo.
Esto se puede conseguir con la metodología OKR, que está en el ADN de nuestra organización. OKR busca fijar objetivos a escala corporativa y, en un proceso iterativo, ir bajando en la organización, trabajando sobre otros objetivos que soportan los de arriba y contribuyendo para conseguirlos.
En otras palabras, la metodología OKR permite construir un sistema de colaboración en el que los objetivos corporativos son visibles a todos los niveles y la contribución que tiene cada una de las áreas de la organización también es visible para el resto.
Es un sistema de toma de decisiones en el que las prioridades están muy bien definidas y visibles para conseguir los objetivos marcados. Pero lo más interesante es que toda la organización puede seguir las mismas prioridades.
Por tanto, OKR permite fijar objetivos, especificar cómo los vas a conseguir y hacer un seguimiento en el que se van acortando cada vez más los ciclos para conseguirlos.
—En un mundo tan cambiante como el que tenemos actualmente, modificar los objetivos cada cierto tiempo para adaptarse a las circunstancias es de vital importancia.
Esa es otra de las particularidades de la metodología OKR, que te permite adaptarte en el fondo al mundo de hoy. Y, en el mundo de hoy, la velocidad a la que ocurren las cosas es brutal. Los mecanismos de planificación y seguimiento anual o incluso a cinco años ya no funcionan. Aquellos que tuvieran unos objetivos antes de la pandemia o antes del conflicto entre Ucrania y Rusia, entre otros, a buen seguro han tenido que cambiar la estrategia. para poder seguir vivos en el mercado.
Con OKR, los cambios en los objetivos se realizan fácilmente, pero también se alinean de forma dinámica con los que se mantienen y están visibles en toda la organización. La plataforma de Gtmhub facilita toda esa gestión.
—La clave está en la visibilidad de todos los objetivos por parte de todos los que componen la organización, ¿hasta qué punto es así?
OKR es como una brújula corporativa en la que se marca una dirección desde arriba, pero es una dirección que puede cambiar en cualquier momento. Si los de abajo no saben que la dirección ha cambiado, seguirán en una dirección que ya no es la correcta. Ya no solamente sumarán, sino que es posible que resten, lo que impacta directamente en los resultados.
Lo dice McKinsey en uno de sus estudios: entre el 70% y el 95% de los niveles intermedios en las compañías no saben cuáles son los objetivos corporativos.
A partir de ahí, ¿qué se puede esperar? Porque no sólamente se trata de definir los objetivos marcados desde arriba, sino también de poder cambiarlos y que esa nueva estrategia se expanda al resto de la compañía rápidamente.
—En la práctica, ¿cómo consigue la plataforma de Gtmhub visibilizar los objetivos y los posibles cambios de forma tan dinámica como la que me explicas?
[Menéndez saca su smartphone y abre la app para mostrarme su propio usuario en Gtmhub]
Cuando me levanto por la mañana, accedo a la aplicación para ver los objetivos de la corporación aterrizados en mi trabajo. Aquí aparecen todos los números que se están consiguiendo, por ejemplo. Y es algo que se actualiza en tiempo real. Si se produce algún cambio desde arriba en los objetivos, aparece automáticamente en mis esquemas.
En cualquier empresa que use Gtmhub, cuando los equipos se reúnen para organizar el trabajo, pueden acceder directamente a esos datos y tomar decisiones más rápidamente basándose en información concisa y en los posibles cambios que se hayan realizado desde la dirección, por lo que el tiempo dedicado a las reuniones se reduce también enormemente. Y este, por cierto, no es un detalle menor.
—Entiendo que la adopción de esta metodología puede chocar con la cultura de determinadas empresas y determinados directivos, que suelen ser muy reticentes a la hora de mostrar según qué información y objetivos a toda la fuerza laboral. ¿Cómo ves esta problemática a la hora de mostrar las virtudes de la metodología OKR?
Efectivamente se trata de un cambio radical el que tienen que afrontar las organizaciones. Los proyectos de OKR son proyectos de liderazgo y deben definirse desde arriba. Por tanto, las empresas necesitan a alguien que quiera realmente cambiar ciertos componentes culturales.
Estamos acostumbrados, sobre todo en el sur de Europa, a que los objetivos se transmitan siempre respetando la línea jerárquica, de tal forma que la información transmitida por el máximo responsable vaya al siguiente en el escalafón, y de ahí al siguiente. Se trata de una cadena de transmisión en serie de toda la información y prioridades. Y es aquí donde se producen las ineficiencias porque las cosas ocurren de forma transversal pero no se transmiten de ese modo haciendo uso de la estructura jerárquica tradicional.
Lo vertical es lo fácil, pero se corre el riesgo de que no todos vayan al mismo ritmo porque se desconocen los procesos que se realizan en otros departamentos o equipos. De nuevo, con OKR estos problemas se evitan.
—Con la irrupción del modelo de trabajo híbrido, la metodología OKR tiene más sentido que nunca, ¿es así?
Absolutamente. El trabajo híbrido está resultando en un cambio fundamental en las organizaciones dirigido a objetivos y no al presentismo. Pero el problema que se les plantea a día de hoy es que no cuentan con las herramientas adecuadas para medir esos objetivos por lo que, sin querer ser crítico con nadie, no lo están consiguiendo. Se está produciendo en cierta medida lo que denomino presentismo remoto. Suelen contar con herramientas de medición anual para saber si los empleados han conseguido los objetivos, pero en la actualidad no tiene sentido esperar un año para conocer esta información.
La cuestión es que muchas compañías no saben que pueden conseguir una evaluación por objetivos mucho más ágil y eficiente a través de la metodología OKR, como ya hacen grandes multinacionales como Google, LinkedIn, Netflix, Red Hat, Adobe, etc.
—Centrándonos en la plataforma de Gtmhub, ¿cómo funciona?
La plataforma es puro SaaS con pago por uso basado en usuario/mes. Está montada en nube pública pero también damos la posibilidad de que el cliente la monte donde prefiera porque entendemos que los datos que se gestionan aquí son críticos para las organizaciones.
Por supuesto, tenemos aplicaciones para Android y iOS además de la versión de navegador, pero también es posible conectar con otras aplicaciones colaborativas como Slack o Teams, así como financieras o de cualquier otra índole porque es donde los clientes tienen los datos que al final sirven para marcar los objetivos.
Con todo esto, nuestra plataforma permite construir vistas y cuadros de mando muy sencillos donde cada persona accede a sus objetivos, a su avance y a los del resto de la organización. Ese contexto que proporciona la plataforma es el que marca la diferencia porque contempla cada tarea individual pero no de forma independiente, sino asociada con el resto de tareas (las propias y las de otros equipos), de tal forma que se rompen los silos tradicionales y se aumenta la visibilidad de todo lo que ocurre en la organización.
—¿A qué organizaciones va dirigida vuestra plataforma principalmente?
En el sur de Europa tenemos dos áreas de gran interés. En primer lugar las startups, que son organizaciones que ya trabajan con este tipo de metodologías. No es necesario explicarles lo que es OKR porque este mundo ya lo tiene asumido. No me refiero tanto a organizaciones pequeñas, sino a aquellas startups con un tamaño considerable o que han aumentado sus plantillas muy rápidamente. En segundo lugar, grandes organizaciones. Cuanto más grande sea una organización más problemas e ineficiencias se suelen encontrar a la hora de gestionar y alinear los objetivos de la organización con los del resto de departamentos y personas. Obviamente, es ahí donde nuestra plataforma tiene más sentido.
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