Green IT, tecnología para salvar el mundo
Las grandes empresas se visten de verde, ahorran energía, reciclan, virtualizan y se sienten orgullosas.
Green IT es la respuesta de las compañías tecnológicas a la evidente necesidad de adoptar acciones urgentes ante la precaria situación que atraviesa el planeta Tierra. Tres vertientes configuran la llamada Green IT: el reciclado de materiales, el ahorro de energía y la virtualización, que no es más que convertir un servidor físico en uno virtual, para poder hacer grandes agrupaciones en una sola máquina física. Estos son los planteamientos, las medidas, las grandes soluciones, pero, ¿hay que estarles agradecidos? La contaminación atmosférica, el cambio climático y el agujero en la capa de ozono son hoy problemas realmente serios, tanto es así que se ha llegado a considerar un crimen no hacer todo lo posible por atajarlos. La temperatura del planeta se ha elevado de manera desorbitada y sin precedentes desde mediados del siglo XIX, pero sobretodo a lo largo de los siglos XX y XXI, cuando el mundo de la indrustria alcanza su apogeo. No es casualidad que en España, los lugares donde más contaminación se concentra sean precisamente los más indrustrializados: País Vasco, Cataluña y Andalucía. Para que se llegue a entender mejor, he aquí algunos datos que asustan: la polución medioambiental es la decimotercera causa de muerte mundial, más de 800.000 personas al año, aumentando por diez el riesgo de trombosis venosa, cáncer y, por lo tanto, de muerte prematura; solo el 30% de las industrias españolas cumple los requisitos de las directrices europeas; el 80% de la población española respira aire contaminado y se expone a los residuos químicos que las empresas vierten en los ríos. El agujero en la capa de ozono, por otro lado, es cada vez más grande y preocupante ya que provoca el aumento de los casos de melanomas (cáncer) de piel, de cataratas oculares, y supresión del sistema inmunitario en humanos y en otras especies. Para preservar la atmósfera es de vital importancia disminuir a cero el uso de compuestos químicos como los clorofluorocarbonos (refrigerantes industriales), y sobre esto, la industria tecnológica tiene mucho que decir.
Según la información facilitada a este medio por las propias compañías, Dell ha desarrollado los programas “Plant a Tree for Me” y “Plant a Forest for Me”, consistentes en pagar una pequeña suma extra de dinero por cada producto para que se plante un árbol en nombre del cliente. Ya se han plantado aproximadamente 100.000 árboles lo que supone una compensación de 225 millones de libras de CO2. El Director General de Hitachi Data Systems para España y Portugal, ha revelado a Vnunet.es cómo ”el cambio climático se está convirtiendo en una preocupación significativa para los gobiernos y empresas en todo el mundo, como es el caso de Hitachi Data Systems”. Esta empresa ha realizado una serie de mejoras en la producción de sus sistemas de almacenamiento para medianas empresas diseñados con el fin de solucionar los problemas de energía y espacio entre otras cosas. Toshiba comparte el primer puesto con Samsung en la lista de Greenpeace, con un 7,7 sobre 10 por su política medioambiental. Esta clasificación ordena a las 18 empresas tecnológicas más importantes del mundo basándose en el uso de sustancias químicas en la elaboración de los productos y el reciclado de los residuos electrónicos cuando se quedan obsoletos. Nokia se propone lanzar móviles con una esperanza de vida superior a los cinco años, cargadores inteligentes capaces de desconectarse cuando el teléfono se haya cargado por completo o un terminal fabricado enteramente con materiales reciclados. Es para destacar, también, que el avance tecnológico a veces sí que ayuda, por sí mismo y sin necesidad de tomar medidas, a cuidar el medio ambiente. Es el caso de las tecnologías de la información, que conllevan la reducción del consumo de papel y la disminución de los desplazamientos de personas y mercancías. Un ejemplo es la conferencia web, una propuesta de Digital Samba, que hemos visto en cientos de peliculas ”futuristas”, reuniones donde no hay personas sino ordenadores con las caras de los interesados asomados a su propia web cam. Estos son solo algunos ejemplos del estado de “conciencia verde” por el que atraviesan las grandes compañías tecnológicas, a las que se les puede criticar la excesiva publicidad que dan a cada una de estas acciones, convirtiendo lo que es un deber en una proeza y omitiendo otras realidades como que la llamada Green IT va mucho más allá de ser un simple buen propósito o una forma de tranquilizar a los accionistas: se trata de optimización de los aprovechamientos energéticos, ganancias de eficiencia y, en resumen, de reducir gastos de la cuenta de resultados. El ahorro energético da un respiro al planeta, pero, sobretodo, implica menos gastos y aumenta los beneficios de las empresas. Habría que estudiar detenidamente si las medidas tomadas por estos gigantes son equiparables al daño que causan al planeta. Sólo a partir de ahí podríamos estar agradecidos de poder hablar de una verdadera tecnología verde.