No han logrado meter sus célebres Google Cars por el interior de los túneles del Gran Colisionador de Hadrones pero sí han ideado una manera más práctica de hacer que las cámaras recorriesen los interminables túneles sin optar por las mochilas dotadas de las mismas a lomos de un paseante como en el Gran Cañón del Colorado: unos triciclos motorizados acarreaban el complejo enjambre de cámaras que registran todas las direcciones posibles en las que podemos husmear las interioridades del LHC tranquilamente desde casa.
La dirección del CERN, el Centro Europeo de Investigación Nuclear pidió a sus empleados que continuasen trabajando con normalidad mientras las cámaras de Google deambulaban por las instalaciones y además insistió en que no llevasen prendas con mensajes distintivos ni mostrasen carteles saludando a los internautas, al mismo tiempo que se garantizaba que sus rostros aparecerían borrosos para salvaguardar su privacidad.
Además de los propios túneles que constituyen la parte más espectacular (y aburrida de recorrer, todo hay que decirlo) del LHC también se puede acceder a diversas salas de control. Un paseo fascinante por el mayor experimento sobre la faz de la Tierra… y sin salir de casa.
vINQulo
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