Google Street View, de nuevo a los tribunales

Un tribunal estadounidense admite la apelación de Google tras la condena por violar las leyes de escuchas telefónicas en la recogida de datos de Street View.

Google tendrá una segunda oportunidad de demostrar su inocencia en el caso de la captación ilegal de datos por parte de su servicio Street View. Un tribunal federal de apelaciones se ha mostrado dispuesto a revisar el caso Street View, aunque también ha reafirmado la sentencia anterior de que el gigante tecnológico violó las leyes de escuchas telefónicas en la recogida de datos del servicio.

La novena Corte de Apelaciones de Estados Unidos acordó el viernes volver a escuchar a Google en este caso, pero rechazó la petición de la corporación de Mountain View de concederle una revisión in banco. El tribunal también emitió un dictamen modificado que reafirma su dictamen de septiembre, según el cual Google violó la ley  de escuchas telefónicas de EEUU cuando se recogieron datos de redes Wi -Fi sin cifrar durante la captura de imágenes de Street View.

Un portavoz de Google manifestó en un comunicado recogido por CNET: “Nos complace que la Corte conceda nuestra petición de una nueva vista y revise su opinión. Pero estamos decepcionados de que la orden no fuera revertida completamente, y estamos considerando nuestros próximos pasos”.  Google ya fue multado en Alemania  en abril por el mismo motivo.

Entre 2007 y 2010, los coches de Street View, equipados con antenas Wi -Fi, recogieron y almacenaron datos, incluidos “correos electrónicos personales, nombres de usuario, contraseñas, vídeos y documentos”, que fueron enviados y recibidos a través de conexiones Wi-Fi sin encriptar. Google recopiló alrededor de 600 GB de datos transferidos a través de redes Wi-Fi en más de 30 países, de acuerdo con documentos del tribunal.

En mayo de 2010, la compañía se disculpó por el involuntario espionaje de las redes Wi-Fi, pero pronto se enfrentó a varias demandas colectivas que finalmente fueron consolidadas en una única denuncia. Esta acusaba a Google de violar las leyes federales y estatales de escuchas telefónicas. Google sostiene que sus acciones no eran ilegales porque los datos transmitidos a través de una red Wi-Fi cosntituyen una comunicación electrónica de radio que es “fácilmente accesible para el público en general” y, por lo tanto, cae fuera de la ley de escuchas telefónicas.