Google sí es malvado: la conclusión interna de la FTC
La FTC publica por error un informe interno en el que detallan evidencias de abuso de monopolio de la compañía en la investigación que cerraron sin sancionar a la firma.
En 2013, tras año y medio investigando a Google por sus supuestas prácticas anticompetitivas y de abuso de posición dominante, la Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos cerró el caso sin imponer a la compañía ningún tipo de sanción. ¿La conclusión? Que Google no abusaba y que los cambios que se habían comprometido a hacer de forma voluntaria eran suficientes. Un informe interno del organismo, no obstante, apunta a que la investigación reveló todo lo contrario.
El informe salió a la luz esta semana, después de que la propia FTC se lo entregase al Wall Street Journal por error, mezclado entre otros documentos. El organismo pidió al medio que se lo devolviese, por supuesto, pero el Journal ya había visto que el documento era demasiado jugoso e importante como para entregarlo y olvidarse de él. ¿Por qué? Porque en el informe se detallan varias formas en las que Google abusa de su poder e intenta hundir a sus rivales. Además, recomendaban en varios casos llevar a la compañía a juicio.
Resultados de búsqueda manipulados para favorecer sus propios productos, copia de contenidos de otras webs y chantaje, exigencia de exclusividad a sus clientes de publicidad y consecuencias si no la cumplen… La lista de formas en las que Google, de la mano de Eric Schmidt, ejecutivos como Marissa Mayer (ahora CEO de Yahoo!) y sus cofundadores Larry Page (CEO de Google actual) y Sergey Brin, causó “un daño real a los consumidores y a la innovación en los mercados de la búsqueda y marketing online” es muy larga.
Tras esa conclusión del informe de 160 páginas del “daño real” que provocan estas prácticas, no obstante, la FTC decidió no hacer nada. Por unanimidad.
¿Hasta dónde llega el poder de Google?
Con toda esta información es inevitable preguntarse por qué al final los comisarios de comercio votaron contra iniciar acciones legales, ya que además es muy extraño que estos no sigan las recomendaciones de los informes que redactan los miembros del FTC. Aunque había también voces dentro de la agencia que decían lo contrario, y en comunicado Jon Leibowitz, que por entonces era presidente de la FTC, aseguró que los cambios que Google había aceptado llevar a cabo traerían “más consuelo a los consumidores americanos más rápido que cualquier otra opción”.
Y es que llevar a Google a juicio por monopolio habría un proceso largo y muy mediático, posiblemente el mayor desde que el Departamento de Justicia demandó a Microsoft por el mismo tema en los años 90, algo que quizá no interese a la FTC. Hay también quien ha recordado que Google fue la segunda mayor fuente corporativa de donaciones en la campaña de reelección de Barack Obama. ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de la compañía?
Las esperanzas de los que creen que Google debería ser frenada en sus prácticas (que incluyen cosas como copiar de forma ilegal contenidos como listas de productos, críticas de usuarios, etc. de sitios como Amazon o TripAdvisor para publicarlos en sus propios comparadores, y amenazar a las firmas con eliminarlas de los resultados de búsqueda si les prohiben la copia) están puestas en Europa.
Y es que la Comisión Europea tiene en marcha una investigación para averiguar si las acusaciones de gente como Microsoft contra Google, asegurando que abusa de su posición dominante, son ciertas. De Europa, con sus leyes antimonopolio mucho más estrictas, se espera un resultado distinto al de la decepción de la FTC. ¿Logrará Google volver a esquivar una demanda?