El juicio entre Motorola Mobility y Microsoft se ha centrado en determinar a cuanto ascienden los royalties que debe pagar la empresa de Redmond a Google por el uso del estándar de vídeo H.264 y varias patentes inalámbricas.
Desde Microsoft ven la cifra de 4.000 millones de dólares como exagerada y han declarado que solo están dispuestos a pagar una cantidad en torno a los 1.000 millones de dólares anuales.
El juez que instruye el caso, James Robart, tiene ahora la pelota en su tejado y deberá fijar el valor de las patentes y comunicar su veredicto final dentro de unas semanas.
Lo cierto es que el valor que otorgue el magistrado a las patentes de Google podría ser de especial relevancia al sentar un precedente para otros casos similares.
Igualmente, la preocupación en Google es máxima, ya que si el precio fijado es bajo, la compra de Motorola y sus patentes por 12.500 millones de dólares no le saldría demasiado rentable.
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