No es la primera vez que os hablamos de una iniciativa de Google para mejorar el acceso a Internet a nivel planetario, ni tampoco era un secreto (o no uno muy bien guardado) que la compañía de la G estaba trabajando en un proyecto basado en globos para hacer este sueño realidad.
“Internet es una de las tecnologías que más ha transformado nuestras vidas. Sin embargo, para dos de cada tres personas en la Tierra, una conexión a Internet rápida y asequible sigue estando todavía fuera de alcance. Hay muchos desafíos terrestres para la conectividad, como las selvas, los archipiélagos y las montañas. Y también hay grandes retos de coste. Ahora mismo en la mayoría de los países del hemisferio sur, por ejemplo, el coste de la conexión a Internet es mayor a los ingresos de un mes”, dice el responsable del proyecto, Mike Cassidy.
“La solución a estos problemas no es simplemente una cuestión de tiempo, sino que exige mirar el problema del acceso a Internet desde nuevos ángulos”, continúa.
Y una de esas formas es, precisamente, el acceso a Internet propulsado por un anillo de globos que vuelan alrededor del mundo gracias a la acción de los vientos estratosféricos.
Esto quiere decir que vuelan a altitudes dos veces superiores que los aviones comerciales. Además, se calcula que podrán proporcionar velocidades similares a las actuales redes 3G o incluso más rápidas.
De momento Google ya ha desplegado su primer programa piloto, compuesto por una treintena de globos, en el área neozelandesa de Canterbury, donde un equipo de cincuenta testers le está ayudando a mejorar con su experiencia la tecnología de conexión y el propio diseño del sistema. Y más adelante está previsto extender las pruebas a países que se encuentran en la misma latitud que Nueva Zelanda.
“Imaginamos que algún día serás capaz de usar tu teléfono celular con tu proveedor de servicios existente para conectarte a los globos y obtener conectividad donde actualmente no la hay”, indica Cassidy.
Aunque para ello habrá que esperar. Después de solucionar los retos planteados por otros proyectos, que hablaban de plataformas estables de gran altitud para conectar zonas también fijas, y sustituirlos por un entramado de globos menos costosos que se mueven libremente usando energía eólica y solar, Google tiene que averiguar cómo administrar esta flota de globos para que cada uno se ubique en el área requerida en el momento preciso.
“La idea puede sonar un poco alocada, y en parte por eso la hemos bautizado como Project Loon [alocado, en inglés]”, comenta Cassidy, “pero hay un trabajo de ciencia sólida detrás”.
Un trabajo que podría convertir a estos globos estratosféricos en una opción real para la conexión de zonas rurales, remotas y marginadas, y para ayudar también con las comunicaciones tras un desastre natural.
A continuación, la presentación visual de Project Loon y la tecnología que lo respalda:
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