Imagen: Shutterstock (Autor: Zhukov Oleg)
Google podría revolucionar el mercado de servidores si las informaciones que están sonando de manera extraoficial son ciertas.
El objetivo, en este sentido, no es otro que ganar mayor control en la relación hardware-software.
¿A quién afectaría esta decisión? A Intel, que es su actual suministrador para esta clase de producto. Y es que si Google se decide finalmente a construir material propio, lo haría basándose en arquitectura de ARM Holdings.
La británica ARM es conocida por la eficiencia energética de sus chips para dispositivos móviles, aunque poco a poco va haciéndose un nombre en otros ámbitos a través de su sistema de licencias.
El varapalo a Intel no sería únicamente por la pérdida de cuota al ser sustituido por uno de sus mayores rivales, sino que hablamos también de un golpe económico. No en vano se estima que el 4,3% de sus ingresos proviene de Google, lo que lo en la práctica lo convierte en su quinto mejor cliente.
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