Han sido diez años de batalla legal, pero la lucha de Google por patentar sus “doodles”, los logos customizados con motivos culturales o deportivos, finalizó ayer con éxito para la compañía.
Google ha conseguido patentar sus variaciones en el logo con el título “Sistemas y métodos para incitar a los usuarios a entrar en una página web”. De esta manera, se protege la iniciativa de la compañía de modificar su propio logo adaptándolo a acontecimientos concretos o historias a cuya información se puede acceder haciendo click en el icono. La estrategia se le atribuye a Sergey Brin, co-fundador de Google.
Y aunque algunas compañías no se muestran muy complacientes respecto a esta patente, cabe recordar que Google ya consiguió registrar en 2009 el diseño de su página de inicio, una página principal prácticamente en blanco con el logo y la caja de búsqueda.
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