Google eliminó 1.700 millones de anuncios en 2016
Entre los malos anuncios más habituales, se encuentran los de bienes falsificados, los falsos métodos de adelgazamiento y aquellos que contienen software y malware no deseado.
Google ha presentado hoy su informe anual Bad Ads Report, en el que informa que en el año 2016 se han retirado 1.700 millones de anuncios por incumplir las políticas publicitarias de la compañía. Esta cifra que duplica con creces la del año anterior.
En su blog, Google cita algunas de las infracciones más habituales de sus políticas observadas en sitios malintencionados en 2016. Así, actuó contra 47.000 sitios fraudulentos por promoción de contenidos y productos relacionados la pérdida de peso, retiró 3 millones de anuncios por contener software y malware no deseados dentro de sus contenidos y eliminó más de 6.000 sitios y 6.000 cuentas por intentar vender bienes falsificados.
Entre los ejemplos de malos anuncios contra los que tomó medidas en 2016, la corporación menciona los anuncios de productos ilegales, la publicidad engañosa, los malos anuncios en Internet móvil, los anuncios que intentan engañar al sistema y la promoción y obtención de beneficios con el uso de malos sitios.
Durante el año pasado, Google trabajó fundamentalmente en dos aspectos para mejorar sus sistemas. En primer lugar, amplió sus políticas publicitarias para incrementar la protección de los usuarios contra las ofertas engañosas y abusivas.
En segundo término, mejoró su tecnología para detectar y retirar los anuncios más rápidamente. Por ejemplo, sus sistemas detectaron y eliminaron un total de 112 millones de anuncios del tipo “trick to clic” -que aparecen frecuentemente como falsas advertencias del sistema-, lo que supone seis veces más que en 2015.
Desde Google, recuerdan que los malos anuncios “pueden arruinar la experiencia de los usuarios en Internet, ya que ofrecen productos ilegales y realizan unas promesas poco realistas”, además de “engañarnos para que ofrezcamos información personal e infectar nuestros dispositivos con software dañino”. En última instancia, “suponen una amenaza para los usuarios, para los partners y para la sostenibilidad de la web abierta”, alerta la compañía.