1- El heredero de Microsoft
En los noventa, y hasta buen parte de la primera década del 2000, Microsoft se ganó el sobrenombre de “tragador” por su gran capacidad para adquirir pequeñas empresas. Primero, cuando el software era el rey y después, en pleno apogeo de las.com, los de Redmond fueron un gran Goliath que se comía a todos los Davides que amenazaban siquiera con hacerle sombra o que comenzaban a brillar entre ceros y unos. Algunos llegaron a decir que Microsoft no adquiría clientes, sino que engullía tecnología para posicionarse en todo mercado relevante.
Las tendencias compradoras de Bill Gates durante esos años incluso han llegado a parodiarse en series como los Simpson. En un episodio en el que Homer montaba su propia start-up de Internet, Compuglobalhipermeganet, el magnate de las ventas acudía a su casa y le decía: “Como no sé muy bien qué hace su empresa, he decidido no competir con usted y comprar su negocio”.
Ahora, con Jobs fuera del trono de Microsoft, la estrategia de la compañía ha cambiado y sus últimos intereses conocidos se han manifestado por empresas grandes: Yahoo!, Facebook, Twitter. Otro jugador ha ocupado el sitio de “tragador”, el que muchos definen como “el nuevo Microsoft”, Google, por su presencia cada vez mayor en todos los negocios tecnológicos y su casi monopolio en la red de redes.
En la actualidad es raro encontrar un día en el que la compañía de la gran G no sea protagonista con alguna noticia, semana en la que no lance alguna nueva herramienta o prestación para las que ya tenía o mes en el que los de Mountain View anuncien la adquisición de alguna empresa.
2- Tragando hasta en tiempos de crisis
Últimamente el ritmo de adquisiciones de la casa de búsquedas es cada vez más intenso. En lo que va de año Google se ha hecho con ocho empresas, lo cual de seguir así, implica que la compañía superará la veintena en todo 2010. En resumen, el doble de las que la firma suele apropiarse cada año: 10 o 12.
No son operaciones de extrañar, ya que con la recesión aún en mente muchas pequeñas empresas se venden a precio barato, mientras Google cuenta con una cantidad de efectivo interesante para irse de rebajas y arrasar con los lineales de la sección de “innovación”.
En septiembre del año pasado, Eric Schmidt ya anunciaba la reanudación de las compras de empresas tecnológicas prometedoras tras la mejoría de la crisis económica en Estados Unidos. El CEO explicaba su propósito: “Tratar de acelerar el desarrollo de tecnologías que signifiquen un beneficio para Google”.
Se estima que cuando se dijo aquello, hace siete meses, Google contaba con unos 19.000 millones de dólares en efectivo, y según los resultados de su primer trimestre fiscal de 2010, la cantidad se habría incrementado hasta los 26.500 millones. De hecho, esto evidenciaría lo que muchos han apuntado: el oscuro clima económico ni siquiera habría hecho mella en este aspecto de sus números.
En pleno período de crisis, en marzo de 2009, la compañía presentaba Google Ventures, desafiando a todos sus competidores al exhibir su poder de talonario aún en los malos tiempos financieros. Se trataba de un unificador de todas estas compras, un fondo de capital riesgo con una base de 100 millones de dólares que perseguiría firmas talentosas en informática, biotecnología, medicina, software y hardware. “Vuestra empresa no tiene que ser una adquisición potencial de Google para que queramos trabajar con vosotros. Estamos fuera para construir grandes compañías, y punto”, señalan sus postulados.
3- Últimas compras: objetivos estratégicos
Si hay algo evidente del gigante de Mountain View es que cada vez quiere estar presente en más mercados. La adquisición de start-ups estratégicas en el último año y medio así lo evidencia. Este podría ser el esquema de los principales intereses del gigante tecnológico en los últimos tiempos:
Publicidad- Tras una encarnizada batalla de posiciones con Apple, Google conseguía en noviembre del año pasado hacerse con la empresa líder en publicidad móvil, AdMob, por la escalofriante cifra de 750 millones de dólares. A esta compra le seguiría pocos días después la de Teracent. La tecnología de esta última start-ups permite personalizar los anuncios según quien los vea, una prestación muy interesante para satisfacer a todos los usuarios.
Vídeo- Ya en agosto Google se había hecho con On2, fabricante de software destacado por su tecnología de compresión de vídeo. Pero su apuesta más fuerte en este campo se ha dado hace varias semanas con Episodic, con una potente plataforma de vídeo y un sistema interesante para ayudar a los editores a gestionar, medir y monetizar los clips online.
Social media- La empresa ha intentado hacerse a lo largo del año pasado con Twitter, como la mitad de gigantes tecnológicos existentes. Finalmente, tuvo que conformarse con un acuerdo de búsquedas de tweets y con otras compras menores, como la de Aardvark en febrero, formada por antiguos empleados de Mountain View y que permite hacer consultas entre actualizaciones de amigos y canales sociales.
Búsquedas- Por supuesto, Google no ha descuidado las inversiones en su negocio primigenio. Hace un par de semanas la elegida era Plink, un proveedor de búsquedas visuales cuya tecnología mejorará la de Google Goggles. En febrero también ha adquirido reMail, dedicada a las búsquedas en el correo del iPhone.
Aplicaciones en la nube- La ofimática cloud computing es otro campo de batalla y más ahora que Microsoft ha decidido incluir las Office Web Apps en su suite Office 2010. Pero Google Docs se reforzó estratégicamente en marzo. Primero, con la compra del editor de fotos online Picnik que incluso permite trabajar con fotos online de Flickr, Facebook o Picasa y más tarde con DocVerse, una firma que permitía a los usuarios de Microsoft Office editar y compartir contenidos en Internet. Un desafío en toda regla para los de Redmond. Para completar esta línea, acaban de adquirir LapPixies, una firma desarrolladora de widgets para web y móviles centrada en plataformas sociales.
eCommerce- Antes de perfeccionar sus búsquedas de imágenes y lanzar Google Goggles, la casa de Mountain View, compraba Pixazza, una compañía que ofrece enlaces a tiendas online para que el cliente sepa donde puede comprar la ropa, complementos, etc que vea en algunas fotos de la web.
Seguridad- Aunque no se ha prodigado mucho en este terreno los de Mountain View también han querido poner un pie en el apartado de la seguridad, ante el creciente número y sofisticación de las amenazas. Por eso, en septiembre compraba reCAPTCHA, un proyecto convertido en empresa que, gracias a imágenes de caracteres perceptibles para el ojo humano pero no para los robots, protege a unas 100.000 del spam y el fraude.
IP- Cuando el Nexus One llegue a todos los mercados con Google Voice integrado probablemente a las operadoras no les haga demasiada gracia. Pero el VoIP parece otro de los objetivos del gigante, como demuestra la adquisición de Gizmo5 en noviembre. Se trata de una compañía de voz sobre IP con un servicio que transcribe mensajes de voz en mensajes de correo.
Chips- Por último, quizá la compra más sorprendente de Google (y la última) ¿Por qué se han hecho con una firma de diseño de chips formada por antiguos empleados de Apple llamada Agnilux?
4- Otros comensales al festín de start-ups
El nuevo tragador no está sólo en sus festines. Microsoft ya no parece tener el apetito de tiempos pasados, pero existen otros dos comensales con los que Google tiene que disputarse el menú en numerosas ocasiones. Apple, antiguo compañero, está presidiendo ahora el otro lado de la mesa. Si antaño ambas firmas eran socias y mantenían una relación estrecha, ahora son los dos equipos que juegan el derbi tecnológico.
La rivalidad empezó con la compra de AdMob. Apple la perseguía durante meses, pero Google se la arrebató de las manos. Y los de Cupertino se vieron obligados a hacerse con el segundón de la publicidad móvil: Quattro Wireless. Ahora, acaban de presentar su plataforma iAd, mientras Google sigue intentando convencer a las autoridades de que no monopolizan el mercado con AdMob y menos ahora que los de la manzana han movido ficha.
Actualmente la competencia entre ambas ha llegado a tal punto, que si Google se hace con una empresa de un segmento, Apple busca otra similar. La muestra más cercana la tenemos en el área de los chips. Los de Mountain View hicieron un movimiento extraño con la compra de Agnilux, una firma dedicada al diseño de chips y formada, precisamente, por antiguos empleados de Apple. Ahora los de Cupertino, tras no poder culminar la operación con ARM, hacedor de sus chips de iPhone y iPad, han anunciado que se hacen con Intrinsity, empresa también manufacturera de semiconductores para el tablet.
Sin embargo, como decíamos, lo que realmente le está produciendo indigestión a la firma de la gran G en sus “comidas” de firmas emergentes son las autoridades regulatorias. Las actividades cada vez más numerosas de Google la han puesto en su punto de mira, retardando e impidiendo durante meses la culminación de estas compras. Tiempo clave, por otra parte, para adelantar a posibles competidores o posicionarse en nichos de mercado no ocupados que están perdiendo.
Facebook también apunta maneras como nuevo tragador de las TIC. De momento sus adquisiciones se han centrado en firmas enfocadas a lo social como FriendFeed, Divvyshot u Octazen pero después de ver las novedades anunciadas para la plataforma en la conferencia F8 está claro que la compañía de Mark Zuckerberg quiere estar en todas partes ¿Ocupará la compañía social en los próximos años el papel que tenía Microsoft y ahora tiene Google?
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