Es una máxima en el mundo empresarial: cuando una compañía joven y pequeña empieza a deslumbrar, hay que comprarla e integrarla antes de que lo haga un rival. En la actualidad está más de moda que nunca, como lo confirmó Facebook hace unas semanas con la adquisición de Acrylic Software, o Google haciendo lo propio con Sparrow.
La compañía del buscador ha vuelto a salir “de compras” y se ha decantado por Wildfire. Se trata de una startup dedicada al marketing que ayuda a las empresas a gestionar y potenciar sus presencia en las redes sociales. En los últimos cuatro años ha facturado 14 millones de dólares, según informa All Things D.
Uno de los atractivos de Wildfire, y que motivó el desembolso de 250 millones de dólares (unos 203 millones de euros) por parte de Google, es el software que ha desarrollado para manejar los perfiles en diferentes redes como Facebook, Twitter, LinkedIn o Pinterest, lo que facilita a sus clientes la gestión de su presencia en este sector.
Con este movimiento, los de Mountain View hace un claro guiño a los anunciantes. Éstos saben que pueden comprar anuncios tanto en los formatos convencionales que hasta ahora ha ofrecido Google, como integrados en redes sociales.
Wildfire, en el comunicado con el que anuncia su compra, afirma que la combinación con Google “generará una plataforma mejor para la gestión del marketing digital”.
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