Google denuncia que Turquía ha bloqueado su sistema DNS

Tras la tempestad suele volver la calma, pero parece que no es así de todo, la menos en Turquía. Cuando parecía que la situación se calmaba por medio de una orden judicial, que en la práctica deshacía la prohibición del Gobierno de usar la red social Twitter, el bloqueo se extiende por la Red. Ahora es Google la que ha denunciado en su blog el bloqueo de su sistema DNS por la mayoría de proveedores de Internet del país otomano.

Esta acción, según denuncia la compañía, ha dejado “prácticamente” sin soporte de servicio a sus usuarios. La razón de ello es que, según Google, los proveedores locales estarían “trampeando” las peticiones de conexión con sus propios servidores, lo que en la práctica, impediría el buen funcionamiento de la web, o al menos, dicen el que “cabría esperar por parte de los usuarios”. Hace unos días, la plataforma de vídeos online, YouTube, también denunciaba la restricción de libre navegación en su servicio por la grabación del Consejo de Seguridad turco celebrada en este país.

Ya hace unas semanas el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, amenazaba con tomar medidas directas contras las redes sociales que habían difundido imágenes que denunciaban casos de corrupción en su entorno cercano. Poco después, la amenaza se hacía realidad y el servicio de microblogging de Twitter era prohibido en todo el país otomano. Tras este acto de censura, el bloqueo fue celebrado por el propio ministro turco señalando que “vamos a acabar con Twitter, no me importa lo que diga la comunidad internacional, afirmó en tono desafiante.

Sin embargo, pocos días después una orden judicial emitida por un tribunal turco levantaba la prohibición y permitía el acceso de los ciudadanos a esta red social. Tras las últimas prohibiciones y bloqueos realizados por el gobierno sobre las redes sociales y buscadores como Google se pone de manifiesto la realidad que vive este país en lo que ha difusión de información se refiere. De hecho, el bloqueo de Twitter, por ejemplo, ha supuesto numerosos actos de protesta y condena, sobre todo por parte de EE.UU y la oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, entre otros.