Prototipos de visores de realidad virtual como Fove, muestran las ventajas que aporta el seguimiento ocular para esta tecnología, de forma que los usuarios pueden usar la mirada para interactuar con el entorno y se puede manipular la imagen para optimizar la calidad a lo que vemos. Varias empresas están apostando también por integrar sensores para ello en sus dispositivos, y ahora parece que también se une a ellas Google, con la adquisición de la startup Eyefluence.
La startup, fundada hace tres años, había conseguido hasta la fecha 21,6 millones de dólares en financiación, y acaban de anunciar que se unen a Google para trabajar conjuntamente. Aunque Google ha confirmado también la compra de la empresa, ninguna de las dos compañías ha dado detalles concretos de la operación ni el precio de la misma.
Eyefluence fue fundada por Jim Marggraff a partir de activos de la empresa de desarrollo neurológico Eye-Com, y numerosas empresas han mostrado su interés por obtener licencias de su tecnología, ahora propiedad de Google.
La compra de Eyefluence es una de las numerosas inversiones que Google está haciendo en realidad virtual, que tras Cardboard da el salto a Daydream para ofrecer una solución mucho más pulida e integrada con Android. Otra de las grandes inversiones de Google relacionadas con el sector es Magic Leap, que desde hace tiempo promete experiencias de realidad aumentada de gran calidad, pero que todavía no se han podido apreciar por el gran público.
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