Google ha anunciado que quiere poner fin a los contratos con siete distribuidores de publicidad de China sin dar ninguna razón, algo que ha provocado incertidumbre en el mercado. La decisión podría, sin embargo, tener mucho que ver con la cada vez más fuerte presencia de Baidu en el mercado chino y la no especialmente buena reacción de los revendedores de la publicidad en Google para frenar el escape de ingresos a su rival.
Se estima que los siete distribuidores aportaban 1.500 millones de yuanes (226 millones de dólares) en ingresos brutos a Google, lo que suponía un 40% de los ingresos de Google China.
“Esperamos encontrar nuevos distribuidores para colaborar y poder ofrecer un mejor servicio a nuestros anunciantes” dijo Cindy Qin, portavoz de Google a Reuters.
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